Por: Ps. Víctor Cortés Zapata
El instructor del Príncipe, dejó la clásica enseñanza de métodos de gobierno de un Reino, sintetizado en un frío y deshumanizado pensamiento: “ el fin justifica los medios”.
Goebels, fue un aventajado alumno, agregando su tétrica sentencia de “miente, miente, que algo queda”, usado en la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial, en el contexto de la patológica obsesión imperial alemana de conquista del mundo.
Las pos verdades, conocidas también como “fake-news”, esto es, noticias falsas o sencillamente mentiras, constituyen, hoy, un trágico factor interviniente , para crear “realidades” nacionales e internacionales falsas, y en estas últimas, establecidas profusamente a través de los poderosos medios de comunicación manejados por grandes consorcios económicos en connivencia a sectores políticos igualmente poderosos, con el ánimo enmascarado de justificar la adopción de medidas graves, como las de intervención militar, atropellando, así, el reconocido principio de soberanía de los pueblos, estableciendo escenarios de guerra, con el trágico saldo de muerte de inocentes, destrucción masiva, caos generalizado.
Así pasó en Irak, medida reconocida ya por las propias autoridades norteamericanas, sincerando como fin último de esa trágica patraña invasiva, el de apoderarse del petróleo iraquí, cuyo territorio es generoso en reservas de ese codiciado “oro negro”.
En una reciente intervención dada a conocer por las redes sociales, el alcalde de Zaragoza comparaba, en esos términos, el caso de la innegable crisis económica que vive el pueblo de Venezuela, con lo sucedido en Irak, amenazada por el mismo potencial agresor, haciendo una cruda analogía en el sentido de la ambiciosa pretensión de la conquista de la riqueza petrolífera con que la Naturaleza dotó a la patria de Bolívar, hecho que estaría a la base de todo este preparado escenario de truculentos y aciagos acontecimientos sociales, con desabastecimiento de mercaderías y remedios provocados fríamente calculados por los mismos que ahora se presentan como los estandartes de la “ayuda humanitaria” para pasar como “caballo de Troya”, además, algunos desaprensivos marines que no vienen , precisamente, a confraternizar con el pueblo venezolano.
Se está asistiendo a un verdadero bombardeo comunicacional de desprestigio del hoy reconocido gobierno presidido por Nicolás Maduro, por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), dificultando, de esta manera, la necesidad del establecimiento de un diálogo pacífico y civilizatorio, que permita una real salida democrático, sin sufrimiento para nadie, honrando a la epopeya que vivieron y soñaron los grandes libertadores de América, Bolívar, San Martín, O’Higgins.