Por: Dr. Jaime Contreras, Decano Facultad de Medicina U. Andrés Bello
El Cáncer de Colon y Recto ocupa el tercer lugar entre los cánceres más comunes del mundo y en nuestro país se ubica en la quinta posición entre las causas de muerte por esta patología.
Los cánceres digestivos no tienen sintomatología propia. Nosotros los llamamos “los grandes simuladores” porque parecen ser una hemorroide sangrante, un colon irritable, hasta una gastritis crónica. De hecho, me ha tocado recibir pacientes que por sus síntomas tomaban omeprazol o se colocaban supositorios antihemorroidales por semanas y meses antes de consultar.
El tacto rectal debería estar incorporado en el examen habitual de un clínico responsable desde los 40 años de edad. Por su parte, la colonoscopía es el examen que permite observar todo el colon por su lumen o conducto. Recordemos que este segmento digestivo mide entre 90 y 120 cms., por lo que su examen es laborioso si el intestino está sucio con materia fecal. De hecho, quienes nos hemos hecho colonoscopia recordamos con más pesar la preparación con laxantes que el examen mismo.
Si no hay antecedentes familiares, recomiendo la primera a los 50, y si fue normal repetirla cada 5 años. Por el contrario, si un padre o hermano sufrió un cáncer de colon o recto, debe adelantarse el primer examen en 10 años.
Todo cáncer tiene componentes genéticos, por lo que hasta hoy es imposible prevenir todo. Pero sí podemos combatir a los precursores: dieta rica en grasa y proteína animal, obesidad, diabetes, sedentarismo y estitiquez. Chile está envejeciendo y su población está cada vez más excedida en peso y más sedentaria. El cáncer de colon está aumentando por esas razones. Debemos tomar la opción de vivir sano.