Por: Fernando Torres, Director Escuela Química y Farmacia U. Andrés Bello
Muchos aprovechan los días de sol para salir a tomar algún trago luego del trabajo o en los fines de semana, en lo que se conoce como happy hours y si se está tomando algún antihistamínico, las consecuencias pueden ser lamentables.
Es importante conocer qué tipo de medicamentos pueden interactuar con las bebidas alcohólicas, para evitar complicaciones. Algunas reacciones descritas son inmediatas y el paciente puede presentar náuseas, vómitos, debilidad, confusión, disminución de la presión arterial.
La ingesta de alcohol en conjunto con antialérgicos (Loratadina, clorfenamina, cetirizina) puede provocar mareos y somnolencia, aumentando el riesgo de sobredosis y causar además accidentes.
La elección de un antihistamínico depende principalmente de los efectos secundarios de cada uno de ellos. El más importante es la somnolencia, sin embargo en niños pequeños puede producir inquietud. Sus efectos depresores centrales son potenciados por el alcohol y esto los hace especialmente peligrosos cuando el paciente realiza actividades que requieren mantener el estado de alerta.