Por @rodrigosolo
Un estudio, hace unos días, dice que nuestro pelo nos dice en su adn qué comemos, y así qué estatus social tenemos. “Los autores, investigadores de la Universidad de Utah, observaron que la medición de los isótopos de carbono del cabello permitía conocer las diferentes dietas de los individuos.”-fuente, diario El País.
Bueno, vamos por partes: yo, igual que La Roca(The Rock), me levanto 4 am, hago 500 lagartijas, máquinas en mi gym privado igual al de él (al menos mi señora agregó una bicicleta al nuevo sistema de tendederos), me como 4 huevos crudos, al seco, macho recio típico que vio todas la de Rocky.
Ahí viene el desayuno, cosa poca, de pandemia, un sanguche de jamón campo grado 1 Omeñaca con queso. Bueno son dos, pero el pan es delgadito, de los que vende Smith. Un café con cinco de azúcar, es que el tazón es grande eso sí. De ahí, métele presupuestos por mi trabajo de ciudadano y otros menjunjes de mi oficio, leer alguna cosa poca, y zás, llega el almuerzo.
Yo no sé que dirán estos investigadores, pero no salgo del puré, arroz, y una chuletita (legumbres ¡¡¡¡noooooo!!!!!, otro trauma infantil a explicar en otro capítulo). Plátanos con leche condensada no caen mal, ¿cierto? Nuevamente sentarme, quizás subir a la trotadora o a una que uno sube y baja los pies (otro artefacto ideal para colgar ropita). Leer a Llosa, Irving o algo así, como para caer en sueño.
Y las onces: con paltita, paté, un jugo, o dos tés.
Y me pregunto, cónchale vale: ¿cómo estarán mis isótopos de carbono?, ¿qué dirían los gringos de Utah? Yo apuesto por un análisis así: «Bueno, bueno, lindo and biutiful».
Nota de este estudio: no aplica a calvos.
Stop. Me salvé. El título me define al pelo.
¿Cuál sería tu título?