Michimalonco, cacique picunche que se destacó por haber puesto una tenaz resistencia a la conquista que venían ejerciendo los españoles de sus territorios, había nacido el año 1500. Su poderío le permitió desplazarse a distintos lugares, tanto que llegó a la ciudad del Cuzco, dominada por el Imperio Inca, donde aprendió prácticas de guerra y se interiorizó de lo que ocurría en esos lugares y, particularmente, de la amenaza de los invasores.
Michimalonco, junto a su hermano Tangolonco, dominaban el Valle de Aconcagua y él tiene el mérito de haber sido el primer indígena en plantear estrategias destinadas a sacar a los españoles que habían comenzado a llegar atraídos porque se decía que por estos lados de Chile había mucho oro. No obstante lo anterior, toma contacto con Gonzalo Calvo de Barrientos, quien lo ayuda a organizar las tropas.
Las instrucciones que recibió de este extranjero las pondría en práctica cuando llegó Pedro de Valdivia y Michimalonco lo enfrentó en una batalla que mostró la superioridad de las huestes invasoras con la utilización de armas de mayor poderío, lo que significó que perdieran la vida unos 350 indígenas y resultaran heridos 18 extranjeros. Así Valdivia conquistaba la fortaleza de Paidahuen y tomó preso al curaca, pero el guerrero del valle para rescatar su libertad le ofrece al invasor los lavaderos de oro de Marga-Marga.
El caudillo de Aconcagua no se quedará tranquilo, ya que tenía planeado insistir en la expulsión de Valdivia y su gente, tanto que se desplaza a la recién fundada ciudad de Santiago y provoca un asalto el 11 de septiembre de 1541 que significó la destrucción de la mayoría de las casas e instalaciones.
Abatido por los reveses que experimentaba su causa, Michimalonco abandona el país y buscó refugio en Cuyo. Sin embargo, posteriormente regresa a Chile dispuesto a hacer las paces con sus enemigos. Fue así como reunió a sus antiguos compañeros de armas y los llamó a deponerlas y vivir en paz con los españoles, sometiéndose a la obediencia de Pedro de Valdivia, a quien le ofreció sus servicios y le pidió perdón por las alteraciones pasadas.
Durante el año 1549, Michimalonco se unió a la expedición de Valdivia en la zona de Arauco, ocupando el cargo de comandante de un grupo auxiliar araucano. Tuvo participación en la Batalla de Andalién. Pero fue en la primavera de 1550, durante una expedición de reconocimiento de las tierras al sur del Biobío, que Jerónimo de Alderete, acusándolo de una traición, que le da muerte. Una calle que lleva su nombre lo recuerda en Los Andes.
