Por: Eugenio Astudillo Leal
“Al abrazar nuestras filas, tu tendrás que darlo todo en el cumplimiento de tu deber, incluso, la vida si fuese necesario”
Frases similares a la descrita, siempre están presente en los juramento de los voluntarios de las diversas compañías de bomberos, esparcidas por todas las comunas del país, como parte del sublime acto, en que el joven aspirante, promete desde el fondo del corazón, su voluntad de defender al prójimo en todas las emergencias a las que nos somete la vida. .
Al decir “Juro”, el hasta entonces aspirante, sella el mayor compromiso de honor, que como persona de bien, hace a su comunidad a la que pretende servir, dentro de una institución de prestigio nacional, de características especial en todo el mundo, como son todos los Cuerpos de Bomberos de Chile.
He encabezado esta pequeña nota destacando esta sublime declaración del juramento voluntario, conmovido aún por la fuerte y penosa noticia, del fallecimiento de un nuevo bombero mártir, de la Primera Compañía de la comuna de Talagante, don Héctor Avilés, Ingeniero Civil, de 35 años de edad, casado, padre de dos hijos, acaecido en el sur del país, en su empeño de controlar, junto a cientos de otros bomberos del país; incluso de nuestra provincial, esos grandes incendio forestales que afectan la sexta, séptima y octava región.
Los pormenores del incidente quedarán en la historia de sus más cercanos, pero no se puede dejar pasar la ocasión, bajo ninguna circunstancia, reconocer que como país, a pesar de las varias divisiones a los que nos llevan los iluminados de siempre, existen seres, que con sus virtudes y defectos, siempre están dispuestos entregar sus vidas, sin mirar a quien, movidos por una causa noble y humana.
El bombero fallecido en condición de mártir, también pidió colecta en alguna de las esquinas de su comuna. Talvez más de una vez le rallaron el auto por dejarlos frente al Cuartel por acudir a una emergencia. O también, más de alguna vez fue reprendido por sus superiores por dejar la pega botada por un incendio. Describo esto, no porque siempre suceda, solo lo hago, para que se entienda que ser voluntario de bombero no solo es tripular Carros Bombas con luces y sirenas metiendo bulla, sino que también, es incomprensión, no valoración del esfuerzo y el servicio, incluso; para los más inmaduros, motivo de risa.
Es tal el desconocimiento que algunas comunidades tienen de sus bomberos, que muchos, en las redes sociales y Facebook, hacen publicaciones denigrando a los políticos, gobiernos y parlamentarios, pidiendo en compensación sueldos para los bomberos… Que ignorancia más grande. ! Ningún bombero de Chile quiere o querrá sueldos nunca ¡. La esencia de sus servicios y el alto concepto de su entrega personal lo basan en una voluntad de corazón sincera. Voluntad de servir y ayudar al prójimo en sus desgracias. Voluntad de ofrecer a la sociedad una institución organizada para enfrentar todas sus catástrofes. Voluntad, por último, de sacrificarse en hacer tantos cursos de capacitación que le obliga la institución, para estar preparado para todo lo que la comunidad les demande.
Los bomberos no necesitan sueldos personales, lo que necesitan es financiamiento. La voluntad y el profesionalismo está, lo que falta son los recursos. Lamentablemente en esto, la clase dominante, se hace la lesa, desde sus diferentes esfera, y por qué no decirlo, gran parte de la sociedad normal; nosotros, también. La misma sociedad que en momentos de apremió, lo primero que piensa es llamar a los bomberos.
He escrito esto, porque ante la conmoción que significa la muerte de un bombero voluntario en cumplimiento de su deber, no solo debemos quedemos en emociones y llantos momentáneos. Pensemos en grande….Tenemos una gran institución que nos ayuda en todo. En accidentes vehiculares, en escapes de gas o líquidos contaminantes, en incendios estructurales, en incendios forestales, en inundaciones, en terremotos, y en todo lo que suceda o se invente, ahí siempre estarán primero sus bomberos, que juraron servirle a Usted, siempre, aunque no nos conozcan.
Seamos agradecidos y reconozcamos a nuestros bomberos locales. Aquí encontraremos padres, hijos, hermanos, vecinos, algunos conocidos y otros que no conozco, pero sé que me ayudarán.
Un respetuoso saludo de admiración a todos los bomberos de la provincia, Los Andes, Rinconada, San Esteban, incluyendo las compañías de Calle Larga y Rio Blanco, las que siempre estarán lista para ayudarnos, tal como ahora lo han hecho, cooperando con delegaciones de bomberos que han acudido a controlar los incendios forestales del sur.
MIS RESPETOS… BOMBEROS