Aunciaron con darle muerte al niño en caso de no pagar rescate
Interminables minutos de intenso dramatismo y desesperación vivió una familia de la población Juan XXIII de Calle Larga cuando a las 12:55 horas de ayer lunes recibieron simultáneamente al teléfono fijo y a un celular un llamado de un individuo dando cuenta que había secuestrado a uno de los hijos de 14 años, alumno de 8° año básico de un liceo de Los Andes, identificado como Tomás L.B.
Como ocurre en estos casos el individuo les hacía escuchar los gritos desesperados supuestamente del menor pidiéndoles a su madre y abuela que pagaran el rescate para que lo dejaran libre, lo que fue altamente dramáticos para ambas.
Para liberarlo le exigieron a la madre y a la abuela la entrega de dinero, y en caso de negarse a pagar el rescate le darían muerte, aseguró el sujeto que mantuvo tomados ambos teléfonos por largos minutos para evitar que se comunicaran con la policía, el liceo o con el celular del propio menor, y manteniendo bajo constante amenaza a ambas mujeres.
Las víctimas tienen la convicción que el presunto secuestrador mantuvo por largo tiempo intervenidos ambos teléfonos, con lo cual los mantuvo bloqueados para evitar que fuera descubierto su falso plagio.
QUE VENDIERA EL AUTO
El individuo le señaló que debía entregar todo el dinero que tuviera porque lo necesitaba para un tratamiento médico de alto valor. Cuando la madre del niño le asegura que no una gran suma de dinero y lo único de valor que disponía era un automóvil, el hombre le exigió que lo vendiera de inmediato y siguiera sus instrucciones para acordar la hora y lugar para la entrega de dinero a cambio de la liberación del niño.
NUMERO PRIVADO
En la pantalla del celular de la madre del niño no aparecía el número del teléfono del cual se originaba la llamada el sujeto, sino que quedó registrado como “número privado”, lo que hace imposible pesquisarlo.
MINUTOS HORRENDOS: A TODA VELOCIDAD
En su desesperación Desirée Bugueño –madre del menor- tuvo un momento de claridad y sin hacer caso a las instrucciones del hombre que le exigía la entrega de dinero, abordó un vehículo y junto a familiares se dirigió a toda velocidad hacia el centro de Los Andes donde está el liceo en el que estudia el menor y tras algunos minutos de tensa espera, que parecían interminables, por fin lo ve aparecer sano y salvo, percatándose que había sido víctima del cruel “cuento del tío” ideado por un delincuente que a costa del dolor y sufrimiento ajeno quiso obtener dinero.
“Me bajé en Freire y corrí desesperadamente hasta llegar al colegio hasta que pude verlo y me volvió el alma al cuerpo tras estar en estado de shock”, dijo.
¿COMO OBTUVO INFORMACION?
Aún muy nerviosa no se explica cómo el sujeto obtuvo toda la información familiar, el nombre de su hijo, la edad, donde estudia, donde vive y los números telefónicos de él, su abuela y su madre. El menor en los últimos tres días estuvo recibiendo llamados de alguien que se mantenía en silencio escuchando su voz únicamente.
BAJO VIGILANCIA
“Él tenía toda la información de mi hijo, mi nombre e inclusive en una oportunidad me dijo que sabía dónde vivimos y que no fuera a Carabineros ni la PDI porque él iba a estar vigilando cada paso que yo diera”.
Cuando intentaron comunicarse desde el teléfono fijo al liceo donde estudia el menor para verificar si estaba en el establecimiento “contestó el tipo insultando a mi mamá, lo que demuestra que en todo momento mantuvo los teléfonos intervenidos, bloqueados para llamar a otros números, hasta que de otro equipo puedo comunicarme con otros familiares”.
REDES SOCIALES
Es en estas circunstancias cuando las víctimas se dan cuenta lo peligroso que pueden resultar las redes sociales, donde los niños inocentemente dan a conocer abiertamente todos sus datos personales, de su familia, números telefónicos y fotografías que son utilizadas por estas bandas, las que en su mayoría operan desde las cárceles.
“EL MUNDO SE ME VINO ENCIMA”
“El llamado a ambos teléfonos lo recibimos a las 12:55 horas. Nos pedía recompensa por el secuestro de mi hijo Tomás de 14 años, quien supuestamente estaba secuestrado, si no pagábamos lo que ellos pedían mataban a mi hijo. Yo no creía hasta el momento que escuché a un niño llorando que me decía ‘mamá mamá ayúdame’, y ahí el mundo se me vino encima”, relató la atribulada mujer.
“Me dijeron que querían dinero, y les respondí que no tenía de donde sacar porque estoy cesante. Entonces me preguntaron que tenía de valor y le dije que les pasaba el auto, ante lo cual el sujeto me exigió que lo vendiera de altiro, cosa de hace plata inmediatamente”.
“ME ILUMINÉ”
“En mi desesperación fui a sacar el auto para ir a venderlo como fuera, y en ese momento me iluminé, subí a mi mamá y partí derecho al colegio para verificar si el niño estaba o no en el liceo. En todo ese lapso el hombre me tenía intervenido el celular y el teléfono fijo que lo había dejado colgado pero igual estaba intervenido. También recibió llamados en su celular de un número privado, imposible devolver un llamado, no sale número ni nada”.
“PARA MEDICINARSE”
En todo momento mientras Desirée Bugueño manejaba en dirección a Los Andes el sujeto la presionaba para que vendiera luego el auto, “que quería dinero y que lo hacía para medicinarse”.
“NO ME LLAMÓ MÁS”
Cuando regresas a la casa alrededor de las 14:00 horas intentaron comunicarse con Carabineros y escucharon esta vez la voz de una mujer que suplantó a una funcionaria de Carabineros, “y estoy segura que eran ellos que mantenían aún la línea intervenida. La supuesta Carabinera escuchó y luego cortó. El hombre no me llamó más y quedamos con un miedo tremendo en contestar el teléfono”.
INTERPONDRÁN DENUNCIA
Tras algunas horas de transcurrido el episodio, con más tranquilidad y luego de ordenar la secuencia y cronología de los hechos se dirigirán a interponer la denuncia ante Carabineros y la PDI para alertar al resto de la comunidad de este tipo de “cuentos del tío” que están ocurriendo en la provincia de Los Andes.
“Ahora que estamos más conscientes de todo lo que sucedió y analizando paso a paso lo que hicimos, procederemos a entregar los antecedentes a la policía”.
ADVERTENCIA: CUIDAR LA PRIVACIDAD EN LAS REDES SOCIALES
Desirée Bugueño relató a través de su muro de Facebook y del grupo cerrado que tiene con otros apoderados del colegio de su hija, lo que había acontecido. “Les conté lo sucedido para advertirles a ellas que tengan más cuidado con sus hijos, que no den los datos personales, que no den direcciones, números telefónicos, que tengan mucho cuidado con la privacidad en Facebook, en WhatsApp y de todas las redes sociales”.
Señaló que decidió hacerlo público a través de El Andino “para que esté toda la comunidad al tanto de lo sucedido y que no le vuelva a pasar a otras personas”, concluyó.