I Por: Andrea López, matrona y académica de Obstetricia, U. San Sebastián
El embarazo y la posibilidad de una nueva vida, para muchas familias es un evento sumamente esperado y para el cual existen una serie de expectativas. Una futura madre experimentado sensaciones únicas, alojando en su vientre una ilusión. Por ello, uno de los momentos más tristes en la vida de una familia probablemente sea la muerte de un hijo, incluso cuando ocurre antes de nacer.
A la avalancha de sentimientos encontrados y tristeza propia del duelo, muchas veces acompaña a los padres la necesidad de informarse respecto de las causas y probabilidad de que un drama similar se repita en una gestación futura o cómo es posible prevenir el deceso del feto en gestación.
En Chile las cifras de mortinatalidad han mostrado un descenso a partir de la década de los 70. Sin embargo, se sabe por experiencia de países desarrollados, que llegado un cierto punto el descenso en la mortalidad fetal se estanca. La estrategia propuesta para disminuir la mortinatalidad en estos países pasa por identificar y tratar los factores de riesgo. Los principales desde el punto de vista de impacto poblacional, son la obesidad, edad materna y tabaquismo.
La tendencia actual de las familias, debido al estilo de vida propio de países emergentes, implica sedentarismo, tabaquismo y una postergación del nacimiento de los hijos, no siendo infrecuente que el primogénito sea gestado por mujeres mayores de 35 o 40 años, situación que implica un mayor riesgo de presentar enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión, entre otras, las cuales por si solas ya son un factor de riesgo.
Por ello, los elementos centrales de la prevención de muerte fetal tienen que ver con el cambio de comportamiento necesario para evitar complicaciones en salud, lo que incluye informarse debidamente respecto de la condición de salud materna previa al embarazo, es decir, se recomienda un control pre-concepcional, en el cual se identifiquen factores de riesgo modificables así como la condición fisiológica de cada mujer.
En el caso de antecedente de feto muerto en embarazo anterior, tiene enorme significado el tratamiento y estabilización de afecciones crónicas si las hubiere, suplementación con ácido fólico y, por supuesto, un riguroso control y seguimiento profesional.
