Por: Carlos Tapia Canelo, profesor Historiador
Al revisar la historia de Los Andes, encontramos desde su fundación hasta nuestros días, la participación siempre importantes de la mujer andina. Desde los primeros tiempos de la Villa Santa Rosa, la presencia femenina en el progreso y desarrollo de la comunidad ha sido sostenido, destacándose en las distintas aéreas del accionar ciudadano. Así por ejemplo en el área del comercio tenemos a solo cuatro años de la fundación de Los Andes, es decir en 1795 a la primera mujer comerciante, Petronila Ibarra. La presencia de la mujer en este rubro se ha mantenido hasta nuestros días en que apreciamos el importante esfuerzo y aporte de las hermanas Lidias y Carmen Ramos Casanova, que supieron hacer de su antiguo almacén de abarrotes una gran empresa con su moderno y amplio “Supermercado Ramos” a la altura de los más importantes del país, el cual atendieron hasta poco tiempo atrás.
Durante las luchas por la Independencia Nacional, se destaca la figura femenina de Águeda Monasterio, dama andina que aporto entregando valiosa información a los patriotas. Por ello el Gobernador Marco del Pont la sentencio a morir en la horca, lo que afortunadamente no alcanzo a cumplirse. Águeda Monasterio falleció en su fundo la Monja de Rinconada ocho días después de logrado el triunfo del ejercito patriota en Chacabuco.
En educación prestigiadas mujeres como Filomena Vega y Adelaida González enseñaron las primeras letras a los niños andinos a fines del siglo XIX. Otro aporte importante fue el de las hermanas Celia y Lastenia Carmona que se instalaron con un colegio para niñas y niños, el que funciono desde 1904 hasta 1954. Con dichas educadoras aprendieron sus primeras letras destacados profesionales andinos; las hermanas Carmona fueron declaradas ciudadanas honorarias de Los Andes en 1950. También se recuerda la valiosa participación de la educadora Laura Insulza Tejeda, directora, que lucho incansablemente hasta dotar su colegio, la escuela de Niñas Nº4, de un moderno y amplio local; y el trabajo solidario de la profesora de ingles, Maria Pinto Argandoña voluntaria por muchos años de AFS, su trabajo permitió que muchos estudiantes andinos tuvieran la oportunidad de estudiar durante un año en Estados Unidos. Otra destacada educadora que aporto con su trabajo voluntarios a favor de los estudiantes de educación básica de escasos recursos fue Sara Chávez que entrego mucho de su tiempo libre a las Colonias Escolares de la ciudad, y muchas otras educadoras largo de mencionar.
También Los Andes vio nacer en 1834 a Ana Faustina Sarmiento, destacada mujer que acompaño y cuido en su enfermedad hasta su muerte al destacado Estadista y Presidente de Argentina Domingo Faustino Sarmiento. Esta mujer andina, hija de presidente, fue criada en sus primeros años por una importante familia de la ciudad.
En salud, la historia de la medicina andina registra la importante labor de las mujeres, entre otras encontramos a Mercedes Mazuela, primera matrona del hospital en 1859; Dominga Morales Aros, jefa de la maternidad por más de 20 años 1909 al 1933; la dama voluntaria del hospital, Mercedes Vary, quien desde 1859 entregó por muchos años su trabajo a favor de los enfermos; Zoila Vargas Valencia, se desempeña durante cuarenta años como practicante del hospital; Blanca Lira encargada de cuidar y trasladar a los enfermos mentales y Mercedes Escudero Soza, hermana hospitalaria de San Jose, primera enfermera del Hospital San Juan de Dios de Los Andes.
En arte y cultura la mujer se ha hecho presente con gran fuerza en estos últimos tiempos, así tenemos destacadas escritoras y poetisas como Jubitza Saa Torres, Palmira Ramos Cruz, Ana Bustamante Lagos, Laura Iglesias Pinto, Ilse Heine Clarke, Maria Eliana Mortecinos y Carmen Ramos Beiza. En la plástica el destacado trabajo en pintura, acuarelas y oleos desarrollado por Vally Tollini, Edith Cifuentes, Luz Maria Colombet, Emma Alicia Quiroga, Juana Renchione, Geraldine Villarroel, entre otras y el valioso trabajo dejado en cerámica y oleo por la recordada dama andina Filomena Borquez Flores.
En Folklore encontramos la destacada figura de Graciela Gainza Fernández, más conocida como Chelita Gainza; en canto lirico Delia Núñez Morales de connotado prestigio nacional, con actuaciones en el Teatro Municipal de Santiago, en la década de los años cincuenta, su nombre artístico fue Delia Durand. Otra destacada figura en el ámbito artístico nacional e internacional fue la dama andina Ernestina Desimone, declamadora y poetisa ampliamente conocida en el mundo de la cultura por su trabajo artístico realizado junto a Gabriela Mistral.
La actividad periodística andina también ha contado con la importante presencia de la mujer, en esta área tenemos a Celsa Henríquez, primera mujer redactora, escribió en el periódico La Restauración a comienzos del siglo XX y Mauricia Fischwick, primera mujer locutora en la década de los años treinta.
El scoutismo ha contado desde sus orígenes con la presencia femenina, así encontramos la labor realizada por la Directora de las Girls Guides “Lealtad”, Domitila Ulloa Delfín. En 1928 y Filomena Ramos Fuenzalida, directora de Girls Guides “Fraternidad”, en 1931. Se destacan también en este ámbito Isabel Urrutia Lucero y Victoria Graf Yunge.
En la actividad sindical encontramos la valiosa presencia de Cecilia Gómez Arratia, primera mujer dirigente de un sindicato minero, el Sindicato Unificado de Trabajadores de Codelco Andina.
La historia andina también registra la acción benefactora de importantes mujeres, como Rosa Cabrera, quien dono a la iglesia los terrenos y equipamiento de la antigua Escuela Parroquial Nº1, donde se educaron miles de niños andinos; Juana Ross de Edwards, prestigiada y bondadosa dama que dono completamente el sanatorio de Los Andes y Maria de la fuente Araya que aporto considerablemente a la construcción de la Media Luna y al Rodeo de Los Andes, en su época de gloria.
Como voluntarias en instituciones de ayuda a la comunidad, encontramos el trabajo abnegado de muchas mujeres andinas entre la más destacadas a través de la historia de Los Andes tenemos a Gladys Bell Nicolet, figura sobresaliente de la Cruz Roja, Centro Femenino Bernardo O’Higgins, Ropero del pueblo y Gota de Leche; Irene Verdugo Beytia, figura de instituciones societarias andinas. En los orígenes de la Cruz Roja se puede apreciar la significativa labor de Josefina Soto, Fabiola Soto, Isabel Rosende, Adriana de la Fuente, Luzmenia Salas, Susana de Martini y Herminia de Gómez, entre otras.
En los últimos años se han hecho merecedoras al nombramiento de Hijas Ilustres de los Andes varias distinguidas damas andinas: en 1984, Edith Cifuentes Bell y Zulema Sánchez Duarte, por su labor a favor de la comunidad; luego la prestigiada y recordada matrona Ana Martinez Guerra, Hija Ilustre el año 1996 y Maria Ponce viuda de Salas, destacada voluntaria y Presidenta de la Cruz Rojas, Hija Ilustre de Los Andes el año 2000.
En política, después de años de postergación y una vez logrado su derecho a voto, en 1939 para las elecciones municipales, y en 1949 para las elecciones presidenciales; la mujer se ha destacado ocupando cargos de representación popular. En Los Andes, la andina Edith Quiroz Ortiz, se convierte en la Primera Mujer Gobernadora al asumir dicho cargo el 21 de abril de 2010. Terminado su mandato le correspondió entregar el cargo a otra mujer andina, María Victoria Rodríguez Herrera, quien se convirtió en la segunda mujer Gobernadora en la Historia andina.
La presencia de la mujer en la historia de Los Andes, ha quedado también plasmada en una gloriosa trilogía: Santa Rosa, nombre de la colonial villa, Gabriela Mistral, insigne poetisa vecina andina durante seis años y Santa Teresa de Los Andes, primera santa chilena.
Por el gran aporte de la mujer al desarrollo de Los Andes, todos sin excepciones debemos asumir con responsabilidad el firme propósito de luchar por el logro de una humanidad más equitativa, donde hombre y mujer disfruten plenamente de los mismos derechos, sin olvidar jamás que el hombre está ligado a la mujer y que la mujer y hombre deben participar juntos de sus ideales y ambiciones, de sus placeres y sus glorias, para lograr paz, el orden y el respeto en el hogar, en el trabajo o en cualquier instancia en la que deben convivir.
Felizmente en los últimos años existe consenso sobre los derechos de la mujer y de la imperiosa necesidad de terminar definitivamente con la discriminación femenina, en este sentido se han logrado avances significativos en el ámbito mundial como es por ejemplo, la creación del Día Internacional de la Mujer, cuyo origen se remonta al 8 de marzo de 1908 cuando en New York 130 mujeres obreras ofrendan sus vida al producirse un incendio en la fábrica textil donde se habían encerrado para reclamar derechos laborales iguales a los hombres.
El Día Internacional de la Mujer se celebro por primera vez en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, el 8 de marzo de 1911. En 1912 se extiende a otros países y así cada año se fueron sumando nuevas naciones, hasta llegar al año 1952 cuando la Organización de la Naciones Unidas (ONU), instituye el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, gracias a ello dicho día se conmemora todos los años en nuestra ciudad, en el país y en casi todas las naciones del mundo.