Por: Javier Arroyo, Co Fundador Smartick.
El último informe GET (Género Educación y Trabajo), publicado a fines de 2017, señala que en Chile la diferencia entre los puntajes matemáticos obtenidos por hombres y mujeres es la más alta de Latinoamérica y la segunda entre los países de la OCDE, lo que preocupa a los expertos porque existe evidencia que relaciona positivamente estos resultados con los ingresos laborales futuros. Y es que históricamente las mujeres han accedido a carreras con menos valoración social, dejando a los hombres la supremacía en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Esto genera que la brecha salarial de género, que recordemos es de más del 30%, sea aún más difícil de acortar. Por ejemplo, al promediar las 10 carreras con más hombres y mujeres del país, se confirma que los varones reciben casi un millón de pesos más de remuneración.
¿Es esto consecuencia de que ellas son malas para los números? ¿Es la sociedad la que lleva a las mujeres a escoger carreras alejadas de las matemáticas o son ellas mismas las que se restringen? Las niñas, según observamos día a día en los resultados de nuestra plataforma de enseñanza virtual de matemáticas, son más meticulosas e incluso adelantan a los niños en los ejercicios de lógica. No vemos diferencias significativas mientras tienen entre 4 y 14 años. ¿Cuál es entonces la respuesta?
Lo que sí está estudiado, y de lo que educadores y desarrolladores de tecnología para la educación debemos hacernos cargo, es que las niñas se sienten, con el paso del tiempo, más inseguras que los niños en una sala de clases. Tienen más dificultades en preguntar y necesitan de más tiempo para tomar decisiones, reflexionar y pensar acerca de los ejercicios. Es entonces que en el marco de la celebración mundial del Día de la Mujer queremos invitar a todos los involucrados, desde los padres hasta los empresarios, a aportar para que las niñas se acerquen sin miedo a las matemáticas, las ciencias y la tecnología, para que aseguren un mejor futuro para ellas y, ojalá, para sus propias hijas.