Una despedida póstuma muy folclórica, como buen huaso chileno, tuvo el sábado pasado, en el Cementerio Parroquial de Los Andes, el socio del Club de Huasos local, Baltazar Celedón Allende (q.e.p.d.), 82 años, quien falleció el jueves pasado, en el Hospital San Juan de Dos de nuestra ciudad.
AMANTE DEL CAMPO Y DE LOS CABALLOS
Concluida la misa por el eterno descanso de su alma en la Parroquia de Fátima, Centenario, el cortejo fúnebre se dirigió al Cementerio local. Antes de ingresar al camposanto, donde esperaban familiares, amigos, socios del club de rodeo y sus caballos favoritos: Pudahuel, Festial, Mulán, un dúo le brindó un esquinazo.
Previo a su sepultación, con música religiosa y folclórica de fondo, se dirigieron a los presentes Hugo Villarroel, secretario de la Asociación de Rodeo de Los Andes, quien destacó la sabiduría sobre caballos y rodeos, sobre la cultura y tradiciones de la Patria que tenía don Baltazar. Asimismo, le rindieron homenajes su nieta Milagrito; Excel Pizarro, quien lo consideró su padre adoptivo; un amigo que no se identificó y una dama que también lo consideró como su padre adpotvio. Un pie de cueca bailado por sus nietos puso fin a los homenajes para don Baltazar.
TRABAJÓ EN EL FERROCARRIL TRANSANDINO
Es preciso señalar que Baltazar Celedón Allende, casado con Ernestina Cortés Olguín, dos hijos, Heine y Guido y 7 nietos: Heine, Cristopher, Alice, Gissela, Francisco, Milagrito y Andrea, fue trabajador de la sección Vías y Obras del Ferrocarril Transandino. Se desempeñó varios años como recorredor. Su afición por los caballos y los rodeos nació cuando se integró a temprana edad al Club de Rodeo El Sauce, pasando posteriormente al Club de Rodeo de Los Andes, donde tuvo una activa participación, especialmente en los rodeos locales, regionales y nacionales.
Quien escribe esta nota conoció a don Baltazar, a su esposa, ligada con ferroviarios, y a sus hijos. (Manuel Inostroza Morales).