El pasado lunes en medio del natural pesar de su familia y numerosas relaciones dejó de existir la señora Odila Fleita Montenegro, quien a la postre se convertiría en el último eslabón del mítico diario La Aurora de Los Andes, publicación que alcanzó una existencia de 63 años, siendo el único medio escrito andino hasta ahora con tantos años de existencia.
Hija de Alberto Fleita y de Juana Montenegro, se casó con el profesor Leonidas Martin y fruto de esta unión tuvieron un hijo, Claudio, quien contrajo matrimonio con María Ester Zapata, con quien tienen tres hijas, y en medio de sus preocupaciones de esposa y madre le correspondió ser pieza fundamental en la existencia de las últimas décadas del diario de carácter vespertino trabajando junto a su madre y a su hermana Fidias dirigiendo al personal que la secundaba. De carácter jovial, culta y de hondo sentido social, Odila gozaba de singular simpatía y aprecio entre sus amistades y la comunidad andina.
Durante la existencia del medio periodístico, ella había pasado por momentos dolorosos, pero también supo aprender de la adversidad, se adaptó, y siguió con su vida y el diario. El núcleo familiar se vio enfrentado a distintas situaciones, pero se adaptaron a las circunstancias y continuaron con el diario en medio de la admiración de la ciudadanía andina del medio que habían creado sus antepasados, «por lo que debemos aprender de ellos», decía Odila, «adaptarnos y seguir adelante, aceptando los retos, tomando las oportunidades y venciendo o esquivando los obstáculos que esto represente».
Odila Fleita, mujer alegre y católica debió soportar primero el deceso de su madre, después el de su hijo Claudio y también el de su hermana Fidias, pero se sobrepuso a los avatares del destino y seguir adelante. Pero entendió que en esos momentos de dolor familiar es donde se demuestra la fortaleza humana, por eso que no desmayó y siguió apoyada en su familia, convirtiéndose en el soporte de sus integrantes porque podía transmitir fuerza y esperanza entre todos unidos.
Con su nuera y sus tres nietas Claudia, Karen y Maureen la vida para ella siguió adelante, se fortaleció y pudo vivir rodeada del amor y cariño familiar que se fue incrementando después con la llegada de bisnietos.
Odila será siempre recordada porque siendo pilar en la confección del diario La Aurora se convirtió en un medio de difusión famoso y que sobresalió entre los de su género durante su existencia de más de seis décadas hasta tal punto que ha entrado a formar parte de la historia del periodismo de Los Andes, porque la publicación se caracterizó por las campañas directas de bien público y por el lenguaje claro de sus informaciones, que llegaban a los sectores más variados de la comunidad andina.