Nefatalí Ogalde no la cuenta dos veces. Estuvo a punto de morir, pero hoy está sano y salvo gracias al oportuno tratamiento y a una angioplastía que se realizó en el Hospital San Camilo que le ha permitido recuperar su calidad de vida.
“Lo único que explica el infarto que sufrí son los factores hereditarios, porque no fumo, no tomo y peso sólo 65 kilos gracias a una dieta sin tantos desajustes”, explica Nefatalí Ogalde, quien a sus 51 años vio peligrar sui vida debido a una falla coronaria aguda que lo tuvo hospitalizado y con un diagnóstico que no esperaba a su edad: sus arterias del corazón estaban tapadas y debía realizarse un procedimiento denomindado angioplastía, el cual consiste en insertar un tubo delgado y flexible en la arteria tapada para restablecer el flujo de sangre al corazón.
El problema es que hasta su infarto, este procedimiento sólo se realizaba en Santiago o Viña, por lo que debía esperar un cupo dentro de la apretada agenda de hora de estos centros de derivación. Sin embargo, cuál fue su sorpresa cuando recibió un pronto llamado para realizarse su angioplastía, pero no desde Viña del Mar, sino que desde el mismo Hospital San Camilo en donde habían tratado su infarto.
Sin saberlo, Neftalí sería el primer paciente de un nuevo servicio que está ofreciendo el Hospital San Camilo gracias al plan de desarrollo del Servicio de Salud Aconcagua. Luego de largo camino de apredizaje, inversión y preparación, la unidad de cardiología estaba lista para comenzar a ofrecer este complejo procedimiento en sus dependencias, por lo cual, decideron comenzar en el mes de noviembre de la mano de equipos especializados provenientes del Hospital Barros Luco, quienes estarán apoyando a los profesionales locales este y el próximo año, de manera de completar de manera natural el aprendizaje y posteriormente continuar solos en el futuro.
“Al inicio estaba un poco nervisoso, porque nunca me había operado y porque era el primer paciente, pero con la capacidad de la gente, los doctores y las enfermeras, todos muy profesionales, me calmé y salió todo muy bien. Estoy esperanzado en recuperar la salud que tenía antes del infarto”, aseguró Nefatalí, saliendo de su intervención de tan buen ánimo que se atrvió a bromear al equipo solicitando una garantía de unos 30 o 50 años para su corazón.
Dos días despues de su angiografía, el conocido vencino del Señorial y trabajador de Sodimac, está de alta y con control en 15 días más, al cual asegura que vendrá gustoso ya que la atención y el tratamiento a su juicio han sido espectaculares.
Por su parte, el doctor Humberto Toledo, cardiólogo del centro asistencial a cargo de realizar los procedimientos, dio luces respecto de lo que se viene para el Hospital San Camilo y para los pacientes del Valle del Aconcagua gracias a este nuevo servicio que se está entregando.
“Sin duda, esta es una prestación que el Servicio de Salud Aconcagua está iniciando luego de un largo trabajo y un proyecto de desarrollo de esta unidad que nos crea una cierta autonomía como Servicio para resolver patologías coronarias sin tener que derivar los pacientes a otros centros. Esperamos realizar este procedimientos de manera rutinaria y autónoma con el evidente beneficio para los pacientes tanto en lo crónico como en la parte aguda”, señaló.
Y es que según el especialista, la cardiopatía coronaria ha aumentado considerablemente su prevalencia, detectándose muchos pacientes jóvenes en plena actividad laboral como Nefatalí que requieren incorporarse nuevamente sin riesgo a sus actividades. Cabe destacar que esta patología produce muerte súbita, infartos agudo al miocardio y otras consecuencias que requieren ser tratadas a tiempo, por lo tanto el tratamiento precoz es fundamental ya que disminuye la mortalidad de nuestra población y también mejora su calidad de vida.