Por: Lucía Godoy, psicóloga y académica Escuela Fonoaudiología U. Andrés Bello
La incapacidad de tener hijos es una de las experiencias más difíciles que debe abordar el ser humano. La persona se ve enfrentadas a una crisis que genera angustia y sentimientos de pérdida.
Enfrentar, tanto el diagnóstico como el tratamiento, produce una sensación de incertidumbre y de falta de control que originan respuestas psicológicas variadas, como negación, ansiedad, angustia, desesperación, frustración, miedo, pérdida de la confianza en sí mismo, baja autoestima, depresión, crisis de ansiedad y otras cuya solución dependerán en gran parte de los recursos psicológicos propios, con que cuente el individuo, la relación de pareja, la comunicación de ésta, el estado de ánimo general y las diversas situaciones contingentes que pueden agregar componentes estresantes a la situación.
Es necesario conversar y compartir en pareja los sentimientos y emociones sobre el tema; esto facilitará el entendimiento y el acercamiento. Es común que la pareja entre en crisis. La comunicación sigue siendo el punto fundamental, es necesario compartir los sentimientos y emociones con alguien que comprenda la situación.