NOVIEMBRE: MES PARA PENSAR EN LA VIDA

NOVIEMBRE: MES PARA PENSAR EN LA VIDA

- en Columnistas
1789

Por: Hno. Ángel Gutiérrez Gonzalo

“He venido para que tengan vida y vida en abundancia”. (Jn.10,10)

Mes de noviembre, 29 días para pensar en la vida y un día para pensar en la muerte, en los muertos. La muerte, tremendo problema, misterio insondable e incomprensible. En todos los tiempos y en todos los pueblos, la muerte ha sido y es la pregunta e interrogante principal y fundamental.

¿Por qué tengo que morir? ¿Cuándo y cómo moriré? Y después de la muerte, ¿qué pasará?

Vida y muerte, dos posturas contrarias. Dos modos inquietantes del hombre. Y junto a esos dos polos, otras preguntas fuertes y decisivas que tienen relación con ellas. ¿Por qué el dolor y el sufrimiento? ¿Por qué no soy lo que quisiera ser?

Todos queremos ser alguien y vivir. Pero ¿dónde y en quién encontramos la vida? ¿Cómo vencer el miedo a la muerte? Yo pienso que estas son dos preguntas claves, cuya respuesta sólo puede dármela, la fe en el Señor Jesús. “Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mi. Aunque muera, vivirá” (Jn. 11,24).

Ciertamente que en Cristo encontramos la luz y la claridad que necesitamos para encontrarle explicación satisfactoria a todo este problema de la vida y de la muerte. Solo Jesús es capaz de decirnos quiénes somos, de dónde venimos y para qué estamos en esta vida. Además El nos da la clave para encontrar un sentido profundo al vivir y al morir. Vivir es ponerse en paz con el Señor y con los demás. Es tener actitud de servicio y amor a los hermanos; disposición de entrega y pensar siempre en los demás. Y eso es la fuente de alegría y del vivir del hombre.

Jeesús ha resucitado para llevarnos al encuentro del Padre. Y es esta fe en la resurrección de jesús la que nos da el sentido pleno de vivir. Y gracias a esta vida que experimentamos en Jesús, tenemos la capacidad para amar, para servir, para alegrarnos y estar abiertos a la esperanza de un mañana mejor.

La muerte es así, vida y semilla de esperanza y fuente de eternidad. Vivimos en Cristo y morimos con El para encontrarnos con El. Jesús se fue delante para prepararnos un lugar y venir a nuestro encuentro y acercarnos a Dios Padre. De ahí que San Pablo va a repetir varias veces: “para mi la muerte, el morir, es una ganancia”, porque es la posibilidad del encuentro con el Señor.

Por eso morir en Cristo es vivir para siempre.

Comenta en Facebook

Comentarios

Quizá te interese

Mis Historias, libro del andino Patricio Bonelli Canabes

Impreso en los Talleres de Gráfica LOM, Miguel