1 Reyes 18, 1-2,41-46 ; Salmo 129, 1-8 ; Gálatas 4,4-7 ; Juan 19, 19,25-27
Por: El Peregrino
Que hermosa es la vida que cada uno de nosotros lleva, porque está llena de vínculos que nos unen a muchas personas a lo largo de la Vida. Dios quiso seguir ese mismo camino, al interior de la Trinidad hay vinculaciones entre las tres Personas y también así lo ha querido con la humanidad, por eso nos ha enviado a su hijo por medio de María.
Aquí encontramos desde el comienzo de la vida de Jesús una relación y vinculación muy profunda de ambos, María y Jesús. ¿Si no dónde ha aprendido Jesús todos esos gestos humanos que tuvo para con la gente donde manifestaba el amor y la misericordia de Dios?.
Hoy Chile celebra a su Madre la Virgen del Carmen que nos ha acompañado a lo largo de toda nuestra Historia como nación. Reina y Madre.
A ella, a sus pies, debemos colocarnos nosotros, primero, con nuestra propia historia y realidad, a veces, de dolor o de alegría y sacar frutos de esperanza. Colocar a nuestra Patria con todos sus bemoles, que no son menores y que nos hablan de construir un Chile más humano y cristiano.
Pero ¿qué puedo aprender de María? Muchas cosas, pero me detendré en algunas:
Ella escuchó la Palabra, luego hizo suya esa Palabra, la tuvo en su vientre la formó, y luego dio a Luz esa Palabra, le dio carne, vida y su nombre es Jesucristo. Y lo que ella ha querido siempre es que caminemos detrás de Jesús, lo sigamos a Él.
Pero en el evangelio de hoy es Él, quien nos deja a su Madre en la persona de Juan, pero también nos dice a nosotros que la acojamos en nuestra Casa, nuestro corazón, nuestra vida.
Eso significa crear vínculos o una Alianza de amor con la Virgen que inunde todo nuestro ser. Que nos fundamos en su corazón para que ella nos conduzca donde Jesús. La Virgen, lo único que quiere y tiene por misión es llevarnos a Jesús, que lo conozcamos, que tengamos la experiencia de la Palabra de Dios en nosotros, una fuerte y robusta vida espiritual, que vivamos la Eucaristía semanal, nos confesemos, que seamos cristianos las 24 horas del día los 7 días de la semana. Que cambien los paradigmas que nos apartan de los valores esenciales e intransables del Evangelio. Que no seamos cristiano tibios, sino verdaderos truenos que iluminen el camino de tantas personas que viven extraviadas, olvidadas, botadas en la veredas de nuestras calles donde deambulan como zombis. Como ves de la mano de María hay mucho por hacer. Así que a ponerse en camino, siempre..
“Llenos de la más tierna confianza, como hijos que acuden al corazón de su madre”, Confíen en la Santísima Virgen del Carmen, reina y Patrona de Chile. Ella será nuestra estrella y nuestro norte, amparo y seguro consuelo; modelo sublime en el que aprenderán a imitar a Cristo Redentor del Hombre. Permanezcan en su amor. Amén” (Juan Pablo II en Antofagasta 6 de Abril de 1987).
