Por: Dr. Denis Panozo Villarroel
Parece no creíble que nuestro cuerpo tiene un sostén óseo de 300 partes, que conforman nuestro esqueleto y dentro de este complejo hueserío existe una conformación ósea importante, porque es la viga que sustenta todo nuestro organismo, ella es la Columna vertebral formada por 24 vertebras, la primera se llama Atlas, porque sostiene el cráneo, nuestra cabeza y luego sigue el cuello donde hay siete vertebras cervicales, y luego están las 12 vertebras Dorsales y 5 Lumbares, que alojan a la medula espinal que nace desde el Cerebro y llega hasta el coxis y genera los espacios para que salgan los nervios de esta estructura originando el sistema nervioso periférico, que se encarga de inervan todo nuestro cuerpo, permitiendo que tengamos nuestra sensibilidad y los movimientos necesarios.
Es claro entonces la importancia del esqueleto, y pensar que nosotros lo tratamos tan mal, pensamos que es de un material no destructible, por lo cual abusamos de ella a diestra y siniestra.
Entonces al pasar los años descuidando nuestro sostén, este comienza a reclamar y aparecen los dolores molestos que nos complican la vida y nuestros movimientos habituales se convierten en fuente de dolores y sufrimientos.
Debemos preocuparnos desde antes de nacer, porque nuestra madre no puede descuidar de aportar el calcio necesario para el buen desarrollo intra uterino, y continuar después en la niñez e infancia y adolescencia. En la etapa adulta la necesidad es menor porque ya es de mantención y no de formación como en las etapas anteriores.
En esta etapa de adultez hay que preocuparse de evitar su deterioro, evitando sobrepeso y mantener una dinámica muscular que permita que todas las articulaciones funcionen en forma adecuada, permitiendo la maravilla de poder desplazarnos y de realizar miles de movimientos que nos permiten realizarnos en esta aventura que es la vida, el moverse es signo de vida, por lo cual siempre debemos cuidar nuestro cuerpo para que nos acompañe sin provocarnos dolores y molestias que mermen nuestros desplazamientos.
Con la columna se articulan otras estructuras óseas, como la parrilla costal torácico que aloja y protege a nuestros pulmones y el corazón, órganos súper nobles e importantes y de esta nacen las extremidades superiores o brazos y manos. La otra estructura importante es la Pelvis, donde se apoya el abdomen con todos sus órganos internos, hígado, estomago, riñón, bazo, intestinos. En la pelvis misma se alojan los órganos encargados de la reproducción de nuestra especie, útero, ovarios, próstata y por último la vejiga que recibe y mantiene la orina. Esta estructura pélvica aloja y permite a las extremidades inferiores tengan el sostén y la maravillosa movilidad que nos permiten erguirnos y desplazarnos en forma asombrosa.
Nuestro Esqueleto, es decir nuestros huesos necesitan que en nuestra alimentación lleve calcio y vitaminas, principalmente la D, para que estos sean robustos y resistentes. Después de los 40 años comienza a padecer nuestro organismo de una pérdida importante de calcio y aparece la Osteoporosis que apolilla a nuestros huesos, colocándolos frágiles por lo cual traen dolores e incapacidades, las vertebras se adelgazan por lo cual bajamos de talla. Tratemos de postergar este derrumbe de nuestro maravilloso esqueleto, de esta manera y disfrutaremos todos los años de nuestras vidas la apreciada movilidad.