Proyecto presenta un avance del 80% en su construcción
Un avance que ya llega al 80 por ciento presentan las obras de construcción del nuevo complejo Los Libertadores, «la puerta de Los Andes de entrada a Chile» que se alza a 300 metros al poniente del actual edificio y a 2.900 metros de altura, con un diseño en su estructura de techumbre que cubrirá una superficie de 16 mil metros cuadrados y que lo convertirá en la iniciativa más grande de América Latina en madera laminada.
Las nuevas instalaciones que cubrirán el edificio prácticamente cuadruplicarán la capacidad del actual recinto de Los Libertadores, y pese a los inconvenientes propios del período de invierno, las obras han podido ir avanzando a un ritmo superior a lo previsto, presentando un notorio desarrollo de acuerdo a la Carta Gantt, lo que permitirá anticipar la entrega el próximo año y su puesta en servicio, probablemente el año 2020.
La nueva obra bajo la modalidad de concesión se ejecuta con una inversión de 87 millones de dólares, es decir unos 57 mil millones de pesos, recursos que permitirán al nuevo complejo poner en funcionamiento 15 puntos de atención para vehículos livianos en forma simultánea, ocho para buses y la misma cantidad para camiones, es decir superior en cuatro veces a lo que se cubre actualmente, y todo podrá ser a través de una superficie cubierta, dando una mayor comodidad tanto a los usuarios como al personal de los distintos servicios contralores de frontera que prestan labores en el complejo Los Libertadores.
UNA HISTORIA DE DIFICULTADES Y LA PEOR TRAGEDIA EN LA CORDILLERA
El actual edificio data de 1975 y durante sus primeros años de funcionamiento se pudieron apreciar sus deficiencias que con el paso del tiempo se incrementaron. La primera fue su ubicación a cielo abierto que ha sido un constante peligro para avalanchas, como el ocurrido el 3 de julio de 1984 cuando un rodado que se desprendió del Cerro El Indio arrasó con las instalaciones de las cabañas del personal y del complejo causando la muerte de 27 personas. Después, cuando las empresas de buses comenzaron sus recorridos con máquinas de dos pisos, no podían ingresar al interior por la altura menor del pórtico de entrada. A ello vino después las deficiencias que se presentaron en los baños, y con el incremento del número de vehículos el complejo se hizo estrecho y con ello surgieron los atochamientos y las demoras en la atención del turismo y de la carga. La conclusión inicial fue que el proyecto fue diseñado en un escritorio de Valparaíso sin la visión de ingenieros que permitieran advertir en terreno la geografía cordillerana del lugar donde se emplazó, lo que ameritaba una obra bajo la superficie. Es de esperar que el nuevo proyecto, en un lugar con menor peligro de avalanchas, no se vea expuesto a las inclemencias del tiempo porque tampoco se consideró un proyecto bajo la superficie.
UNA GRAN OBRA PARA POTENCIAR EL TURISMO Y EL CORREDOR BIOCEANICO
El proyecto del nuevo complejo Los Libertadores permitirá mejorar el flujo turístico y de carga entre Chile y Argentina y los países del Cono Sur, ya que atiende el mayor flujo de personas y vehículos (más de 4,3 millones de toneladas y sobre 1,5 millones de personas en tránsito), constituyéndose además en la principal conexión terrestre entre Chile y el MERCOSUR y con un mercado potencial de 190 millones de personas.
Las principales obras consideradas en el proyecto son: Edificio de Control e Inspección (automóviles particulares, buses y vehículos de carga). Edificio de alojamiento para funcionarios, Subcomisaria de Carabineros, Vialidad y acceso y empalmes con la Ruta 60-CH, vialidad de circulación interior y buffer de estacionamientos en área para servicios generales.
Otras obras complementarias: muro deflector de avalanchas, contención de taludes, cierros, drenajes, saneamiento, circulación peatonal, demolición de construcciones existentes, señalética, entre otras.
Los beneficios del proyecto están asociados a la disminución de los tiempos de espera en fila de usuarios; mayor eficacia en el control migratorio de personas, control de mercancías (incluyendo sustancias ilícitas) y control fitozoosanitario; mejorar las condiciones de trabajo y habitabilidad para los funcionarios; reducir la exposición a riesgo de avalanchas; asegurar la mantención y conservación de la nueva infraestructura; mejorar la imagen país para turistas que ingresan a Chile; contar con nuevos y mejores servicios para los usuarios; potenciar el Programa de Integración con el resto de la Región de Sudamérica.