Gonzalo Bravo oró en la cripta de la religiosa carmelita.
RINCONADA.- El nuevo obispo de la Diócesis de San Felipe de Aconcagua, el padre Gonzalo Bravo Álvarez, llegó el miércoles hasta el Santuario de Santa Teresa de Los Andes en Auco y oró en la cripta donde descansan los restos mortales de la primera santa de Chile, religiosa Carmelita a quien encomendó su futuro ministerio episcopal.
Durante su visita se presentó y compartió por algunos momentos con el rector y religiosas del santuario, además de otro sacerdote.
Como lo informó oportunamente El Andino, fue la mañana del martes 26 de mayo pasado en que el Vaticano comunicó de manera oficial que el Papa Francisco había nombrado al sacerdote para desempeñar dicho cargo en la iglesia católica diocesana.
El prelado nació en Valparaíso y fue ordenado sacerdote el 12 de octubre de 1997 en la catedral de la ciudad porteña, quien desde el 2008 era párroco en la Parroquia El Salvador del Mundo La Matriz.
Luego del anuncio, el obispo expresó, a través de un mensaje, que como pastor desea estar muy cerca de las comunidades que conforman la diócesis, dando testimonio del amor de Cristo y que lo puedan ver como “un servidor de la oración y la Palabra, de la comunión y la solidaridad, de la justicia y la paz”.