En el camino a Uspallata quedó habilitado el puente Bailey tras el alud de principios de mes que inhabilitó la ruta que une Los Andes con Mendoza. El viaducto está siendo utilizado por los vehículos procedentes de Chile, mientras que aquellos que van en tránsito desde Mendoza a Los Andes, seguirán utilizando el terraplén habilitado a un costado de la ruta internacional, según publica el diario Los Andes.
Pasado el mediodía del miércoles y tras tres días y medio de arduo e ininterrumpido trabajo desplegado por operarios de Vialidad de Argentina, finalmente quedó habilitado el puente Bailey en el corredor internacional que une Los Andes con Mendoza.
Se trata de una estructura metálica de casi 40 metros de largo y 4,20 metros de ancho, que pesa 52 toneladas y soporta el peso de 45 toneladas (carga máxima para el transporte en esa ruta).
La estructura fue montada a la altura del kilómetro 1.125 (a 26 kilómetros de Uspallata), luego que el 1 de febrero un potente alud arrasara con el puente ubicado sobre el trazado original de la ruta, llevándose también el antiguo puente del ferrocarril (ubicado al costado de la ruta).
«A partir de ahora vamos a dividir el flujo vehicular para que no haya más bypass. Es que una vez que el alud se llevó el puente original, se abrió una huella al costado de la ruta por la que circulaban tanto los vehículos que venían a Chile, como aquellos que iban hacia Mendoza (el tránsito se dividía en turnos).
Con la instalación del puente, hora los vehículos que vengan de Uspallata van a circular por el viaducto, mientras que los que se desplazan desde Argentina a Chile van a seguir usando el camino que se abrió después de la contingencia, según indicó el delegado del cuarto distrito de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) de Mendoza, Miguel Rivas.
Por otra parte, y de acuerdo a la tendencia que se viene dando durante la temporada estival, fin de semana transitaron por el paso internacional Cristo Redentor más de 31.000 personas, las que a su retorno adquieieron diversos productos aprovechando las ventajas económicas de la liberación del dólares en el vecino país.
