Durante todo el fin de semana largo numerosas personas acudieron a los cementerios parroquiales y parques de las comunas de la provincia de Los Andes para visitar las sepulturas de sus difuntos, las que fueron limpiadas y hermoseadas con multicolores arreglos florales y otros adornos, donde con recogimiento también hicieron momentos de oración por los familiares y amigos que han partido con los años, a la vez de participar de las misas que fueron celebradas.
El principal camposanto en Los Andes es el Cementerio Parroquial, donde como cada año se repletó con familias andinas y de otras comunas de la provincia, así también venidas de otros puntos del país para esta ocasión, en las festividades de Todos los Santos de ayer y anticipándose hoy al Día de los Difuntos.
Los comerciantes de la pérgola, que esta vez se encuentra funcionando a un costado de avenida San José de las Hermanas Hospitaliarias debido al proyecto de construcción de la nueva pérgola en el frontis del cementerio, indicaron que los precios de las flores no sufrieron alza al mantenerse al mismo valor del que se venía vendiendo.
Como ya es tradicional, la noche del lunes 31 de octubre se realizó la Misa de la Luz que presidió el padre Vicente Montenegro, de la Parroquia Santa Rosa, y que fue concelebrada por el padre Alberto Requénez, de la Parroquia Santo Cristo de la Salud de los Padres Pasionistas y Decano de Los Andes, a la que asistió gran cantidad de personas. Las canciones fueron interpretas por el movimiento de Los Nazarenos.
Como es habitual, al término de la eucaristía se encienden las velas desde el Cirio Pascual y cuya luz luego se lleva hasta las sepulturas.
El padre Montenegro, durante la homilía en la Misa de la Luz, expresó que cuesta soñar con el Cielo “y pensar que un día vamos a abrazarnos en la comunión de Todos los Santos, contemplando a Dios por toda la eternidad. Por eso también nos cuesta pensar que vamos a morir, nos da miedo, pero desde este cementerio podemos levantar la vista y soñar con el encuentro con Dios, lo que nos da consuelo, alegría y esperanza ya que la última palabra es resurrección y vida”.
