Más allá de la prohibición que comenzó a regir esta semana y que impide que los quioscos escolares vendan productos “Altos en”, un especialista asegura que para prevenir la obesidad infantil es fundamental que los padres envíen una colación saludable a sus hijos al colegio y con la cantidad justa para que la consuman en un solo recreo.
No más sopaipillas, completos, queques, dulces ni bebidas azucaradas en el recreo. La nueva Ley 20.606 sobre la Composición Nutricional y su Publicidad prohíbe la venta de productos altos en nutrientes críticos en los quioscos de los colegios. Así, los productos que tengan una o más de las cuatro etiquetas de ‘Alto en’ no pueden ser comercializados en los pequeños negocios de establecimientos educacionales, los cuales a partir de esta semana sólo pueden vender alimentos sanos, como frutas, agua, jugos sin azúcar, huevos duros, ensaladas y leches descremadas sin azúcar adicional, entre otros.
“El no poder vender alimentos con los descriptores ‘Altos en’ en quioscos escolares obliga a tener productos más saludables a disposición de los niños, lo cual les puede ampliar su perspectiva en los alimentos que pueden consumir. No obstante, si los padres siguen enviado alimentos con los descriptores señalados en las colaciones de sus niños, no se generará este cambio positivo. Los padres juegan un papel fundamental en el cuidado de la salud de sus hijos”, destaca Edmundo Rodríguez, docente de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico.
La nueva Ley de Etiquetado de Alimentos tiene por objetivo disminuir los niveles de obesidad en la población infantil, un problema que cada año va a afectando a más pequeños. De hecho, según un estudio publicado este año por el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA), el 70% de los niños va a ser obeso a corto plazo.
¿Cómo saber si un niño está obeso? “Para poder diagnosticar el sobrepeso se debe realizar una relación entre el peso y la talla del niño, lo cual debe evaluarse según su edad. Se puede hablar de sobrepeso cuando hay un peso superior al 10% del peso ideal del niño. Por ejemplo, si un niño a los 5 años debe medir 110 cm y su peso ideal es de 18,9 kg, si pesa más de 20,7 kilos hablamos de que el niño se encuentra con sobrepeso y si pesa más de 22,7 kg el niño se encuentra con obesidad”, ejemplifica el nutricionista.
Según el especialista de la U. del Pacífico, la obesidad infantil se debe a varios factores, entre los cuales se encuentran los horarios y cantidad de alimentación del niño.
“La obesidad infantil es producida por diversos factores, como los horarios en que duermen los niños, la poca actividad física producto de muchas horas frente al televisor y la tablet, sumado a la alta cantidad de comida chatarra envasada como bebidas, jugos, galletas, pasteles, papas fritas, suflés u otros alimentos a los cuales tienen acceso, además de la gran cantidad de pan y alimentos chatarra preparados como completos, papas fritas y pizza. Por último, también influye en la obesidad infantil el desorden en los horarios de alimentación, como almuerzos en horarios que no corresponden, onces a las 8:00 de la noche o simplemente comer algo en cada recreo del colegio”, apunta Rodríguez.
En este sentido, el docente de Nutrición y Dietética recalca que las colaciones sólo sirven cuando el niño no ha comido en cuatro horas consecutivas, por lo tanto no es necesario que el menor consuma colaciones en los dos recreos de la jornada escolar.
“Las colaciones deben darse solo cuando se pasan más de 4 horas sin comer, por lo que solo se debe enviar una colación al niño. La idea es que consuman alimentos bajos en azúcar y preferir frutas como colación. En caso de comprar alimentos envasados, solo enviar la porción indicada en el envase”, asegura Edmundo Rodríguez.
Ejemplos de colaciones saludables
Aunque la Ley de Etiquetados ayuda a que los niños sólo tengan acceso a comprar productos saludables en los recreos, finalmente son los padres los encargados también de enviarles alimentos sin los disco pare “Alto en”.
“Actualmente muchos padres prefieren enviar dinero a sus hijos para que compren su colación, por lo que el niño no siempre elige el mejor alimento para su consumo. Además, existe una cultura en que mientras más alimento a mi hijo, más lo quiero. Lamentablemente muchos papás sobrealimentan a sus hijos, con lo cual les están causando enfermedades de adultos como hipertensión y diabetes tipo II cuando estos a veces ni siquiera son adolescentes, por lo cual en vez de quererlos o cuidarlos, los están enfermando lentamente”, advierte el especialista.
Por ello, el docente de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico, Edmundo Rodríguez, recomienda la siguiente pauta semanal de colaciones para los pequeños escolares:
Lunes: Caja de leche (de preferencia descremada) con una fruta pequeña.
Martes: Medio pan de molde con jamón de pavo y verduras (tomate, lechuga y sin mayonesa).
Miércoles: Yogurt descremado con frutos secos (maní sin sal, almendras, nueces).
Jueves: Una caja de jugo (de preferencia light, si es mayor de 5 años) con un paquete pequeño de galletas de avena.
Viernes: Tutifruti sin azúcar o un yogurt (semidescremado) con ¼ de taza de cereales.
“Los alimentos que hay que eliminar o reducir, es decir, solo dar para ocasiones especiales, son los alimentos envasados donde el etiquetado diga alto en calorías, alto en grasas saturadas y alto en sodio, al igual que los completos, papas frita, pizza, y todo este tipo de comida chatarra. Dentro de los líquidos que se deben eliminar o reducir, están las bebidas gaseosas azucaradas; los jugos néctar y las leches saborizadas deben darse con precaución”, concluye el académico de la U. del Pacífico.