Por: Dra. Javiera Salvador, Académica Facultad de Medicina U. Andrés Bello
De acuerdo a la reciente Encuesta de Salud, un 31,2% de los chilenos tiene obesidad, un 39,8% padece sobrepeso y un 3,2% obesidad mórbida.
Hay varios factores que explican este fenómeno. Uno de ellos es el crecimiento económico que determina que tengamos más acceso a comer fuera de casa, muchas veces comida rápida o platos más abundantes; a comprar alimentos ultraprocesados como carnes procesadas, snacks envasados, galletas, golosinas, que son menos saludables que alimentos en su estado natural como frutas, verduras, lácteos, legumbres, granos enteros, cárneos, pescados y mariscos”.
Otro aspecto es que muchas más personas vivimos en ciudades grandes y usamos cada vez más medios de transporte motorizados, con lo que nos movemos mucho menos. Esto mismo lleva a que tengamos menos tiempo y seamos más sedentarios. Un 97% de los adultos chilenos lo son, y esto es más importante en niveles socioeconómicos bajos.
Las políticas públicas implementadas hasta la fecha (programas de gobierno, leyes para regular la industria alimentaria) han sido ineficientes. De hecho en los primeros sondeos de la ley que salió a mediados de este año (la de Etiquetados con los sellos) se demostró que pese a que los chilenos estamos mirando los discos pare y reconocemos aquellos alimentos que no son saludables, los seguimos comprando igual