Mauricio Navarro Salinas, Alcalde de Los Andes
En una época en la cual el discurso se hace monotonía, en que una diversidad impresionante de candidatos hablan de aquello que harían si fuesen autoridad y de cómo en estos 8 años “nada se ha hecho”, en esta época se nos presenta con fuerza el adagio que titula este artículo: “obras son amores y no buenas razones”, o en un contexto más evangélico, “por sus frutos los conoceréis”.
Gracias a Dios, en este periodo es mucho lo que logramos hacer y estas realizaciones se presentan hoy como signos visibles de que, más allá de la crítica interesada, es posible avanzar y crecer como ciudad cuando se suman voluntades diversas para ello. Ha sido el trabajo de muchos el que ha permitido contar con obras de infraestructura de envergadura, como es el caso del nuevo Cesfam Centenario, de la pavimentación de Enrique De la Fuente, de Independencia y Chacabuco, de Arturo Prat, Víctor Koerner, Oscar Granadino, José Celedón; remozar el Edificio Municipal, el plan maestro en nuestro Parque Urbano, destacando los surtidores y juegos de agua.
No todas han sido obras materiales, sino también hay otras que implican un cambio radical de la conducta ciudadana. Es el caso del proyecto de Sustentabilidad, orientado por una parte al reciclaje de residuos domiciliarios a través del Punto Verde y los mini puntos limpios; y por otro lado la orientación de esta administración a modificar la matriz energética. Hoy son alrededor de 28 paraderos que cuentan con placas fotovoltaicas, las que mantienen iluminados dichos espacios con energía solar. Son más de 400 familias las que hoy cuentan con termosolares que permiten mantener el agua caliente, generando un ahorro importantísimo en el presupuesto familiar y por otro lado cuidar el medioambiente para las generaciones futuras.
En materia social, iniciativas relevantes han beneficiado a nuestra comunidad. El proyecto Gente Grande sobre reciclaje y recuperación de la dignidad de los jubilados, los talleres de dibujo y mosaico, el coro orientado a nuestros adultos mayores; las jornadas musicales de los días jueves que han hecho que muchos vecinos y vecinas disfruten del talento y la música de artistas y agrupaciones locales que han podido de esta forma contar con un espacio adecuado para exhibir su trabajo, siendo precursores constantes en el desarrollo del arte y la cultura de nuestra comuna.
Qué decir de las acciones de fomento del emprendimiento, por ejemplo, a través de la implementación de la “microempresa familiar”, que ha llevado a muchas y muchos emprendedores de Los Andes a regularizar sus patentes comerciales. También, la generación de talleres deportivos destinados a la transformación integral de los alumnos y alumnas de nuestro sistema público de educación municipal.
Otros proyectos ejecutados, en conjunto con organismos de Gobierno, han permitido un mejoramiento consistente en la calidad y condiciones de vida de muchas personas. Los proyectos de seguridad pública a través de la recuperación de espacios de la comunidad; el programa “Más Capaz”, por el cual muchas personas han adquirido un oficio y pueden contar hoy con mayores competencias para enfrentar el mundo del trabajo.
En fin, se trata de programas, proyectos y obras nuevas, la enumeración es más extensa, sin embargo, el logro de estos resultados de beneficio a toda la comunidad no es obra de la mente de una o más personas, sino fundamentalmente del trabajo de todos. En estos dos periodos de gobierno comunal me ha correspondido dirigir este proceso. Admito, sin embargo que ningún resultado se habría obtenido sin el trabajo incansable y comprometido de muchas y muchos funcionarios municipales. Hoy quiero reconocer a dichos funcionarios y funcionarias, de planta, contrata y honorarios, quienes animados de una gran vocación de servicio no sólo han permitido que su cargo público sea ocasión de obtener una remuneración merecida por su labor, sino que principalmente han hecho de su trabajo un aporte a los demás y a nuestra ciudad.
Por eso, con fuerza reconozco y valoro el trabajo de nuestros trabajadores municipales, y rebato a quién quiera escuchar que en estos ocho años hayan estado inactivos, pues soy testigo de que han colaborado como nunca antes en la historia a la construcción de nuestra ciudad, al mejoramiento de la calidad de vida de nuestros vecinos y vecinas, porque… “obras son amores y no buenas razones”.