Por: Eugenio Astudillo Leal
Por razones muy especiales, buscando ayuda y soluciones para problemas que se dan en todos barrios residenciales de la ciudad , llegué hasta la oficina de Seguridad Pública de la Ilustre Municipalidad de Los Andes, en donde me encontré con la grata sorpresa, de que dentro de este organismo, existe; ya hace tiempo, una Oficina de Mediación Vecinal, encargada de mediar y solucionar los problemas vecinales; invocando la buena fe y la correcta disposición de los ciudadanos, que tengan la voluntad de mejorar las condiciones de convivencia de su barrio, sean estas de variadas clases y/o condiciones, cuyo único objetivo como servicio comunal es dirimir cualquier problema; medianos y/o pequeños que perturben la buena vecindad en cualquier sector de Los Andes, o que dificulte las buenas relaciones, ayuda y solidaridad que debe existir entre vecinos de todos los núcleos habitacionales de la ciudad.
Todo esto es en base a la buena fe y al buen propósito de los vecinos, más el deseo comunitario municipal de solucionar los problemas armoniosamente, los que tratado en forma oportuna, especializada y por medio de una gentil, pero certera mediación de dos profesionales de las ciencias sociales; una Psicóloga y una Asistente Social, adscritas a este servicio muninipal, las cuales, aparte de su excelente disposición y preocupación, son especialistas y expertas en las materias relacionadas con la comunicación y conductas humanas, lo que las hace capaces de mediar, corregir y comprometer a las personas que recurren a sus servicios; ya sean como denunciantes o acusados, a encontrar siempre, dentro de la Ley y las costumbres normales, lo correcto, lo transable y lo enmendable de sus comportamientos humanos, sin buscar entre ellos culpables, sino que, invitando a los contrincantes por cualquier problemas a encontrar soluciones armoniosas; que después se transforman en acuerdos firmados, en bien de todos los involucrados, sus intereses, y complacencias vecinales y públicas, sin hacer ganar el uno sobre el otro, sino que invitándolos a ambos a cambiar ciertas conductas o acciones, que no son bien entendidas por los demás vecinos del barrio, y que se sientan campeones por eso.
En palabras simples y cotidianas, ellas están para evitar, “mochas”, “combos”, “piedrazos”, “bullying”, y cualquier otras acciones más extrema, que pongan en riesgo la tranquilidad, la seguridad, y solidaridad de cualquier barrio, en donde, por la tozudez, porfía o desconocimiento de alguien, siempre prende algún problemita que se acrecienta por la mala costumbre que tenemos los chilenos, de no hablar, correcta y oportunamente cuando algo lesiona nuestros intereses, y aplicamos otras técnicas de combate.
Al decir verdad, el acceso a la oficina no es de lo mejor, por mientras, según observé. Esta oficina está instalada en un edificio viejo, pero mantenido, casi enfrente del edificio Municipal, con una larga escala correcta, pero con una sola baranda de apoyo o pasamano, pero, se nota claramente que se están haciendo esfuerzos grandes por parte del propio personal y autoridades edilicias, por darle la presencia, la comodidad y profundidad que debe tener un importante Servicio de Mediación Pública, como este, orientado a armonizar a los pobladores frente a problemas que muchas veces tienen una solución más fácil que la que uno se imagina, y que sirve como una alternativa previa, antes de acudir a la Justicia y sus tribunales.
Sé que puede sonar a lisonjero destacar mucho las habilidades, destrezas y bellezas de las mujeres que ahí atienden, porque si suena a ”piropo” puedo arriesgar hasta la cárcel, situación que me hace ser más prudente en mi comentarios , pero, obviando esta nueva e increíble ley, estimo que, como persona adulta, observadora, y respetuosa de los profesionales jóvenes que buscan con dedicación entregar su aporte al crecimiento humano de nuestra comuna y por ende nuestro país, debo reconocer , que la atención, la calidez y la preocupación dispensada en esta oficina por las encargadas ya mencionadas, más las de las otras personas relacionadas con la Seguridad Pública que ahí también funcionan; como andino, uno debe ser agradecido de que el municipio, hace poco, haya invertido y reforzado este Servicio de Seguridad Pública y sus organizaciones dependientes, dotándola incluso con nuevas camionetas patrulleras, para entregar; con la ayuda de las policías, el sentimiento y el apoyo en seguridad que todos los habitantes necesitamos en estos tiempo. Bien por esto señor Alcalde..
GRACIAS A TODOS LOS MIEMBROS DE ESTE SERVICIO POR SU PREOCUPACIÓN Y DEDICACIÓN.