Por: Ingrid Luppi Montes
Introducción
Las políticas públicas, están dando fuerte auge a la temática de equidad de género, basadas en
investigación internacional y nacional sobre la desigualdad existente entre hombres y mujeres. Las cifras son evidentes, tanto en participación en cargos políticos y de gobierno , en el tipo de trabajo remunerado, así como en menor acceso y permanencia en carreras que estadísticamente son mejor pagadas, como las ingenierías y medicina.
La Responsabilidad es de Todos y Todas
La sociedad está avanzando cada día más en distintas materias referidas a la igualdad, sin embargo las mujeres aún se van quedando atrás en distintas esferas de participación y creo que no es por falta de competencias, sino por miedo a arriesgar y a no ser perfectas , continuamente veo colegas y profesionales competentes, que no aspiran a más y mejores puestos, por miedo a salir de la zona de confort, la seguridad es una de las cosas que valoramos, la estabilidad, tanto en relaciones personales como laborales , el miedo a emprender o experimentar, por ese afán de ser perfectas y de responder a lo que se supone es el rol que debemos cumplir, ese rol que es cuestionado, si no estamos tan presentes en la crianza de los niños, si no estamos arregladas y dispuestas a atender al marido, muchas veces, trabajando horas extraordinarias, que no son remuneradas o tras bambalinas, esperando que alguien se de cuenta de nuestras competencias. Frecuentemente observo mujeres subestimando sus potencialidades, ya que se espera que seamos modestas y sumisas . También veo, como frente al éxito de algunas, el mismo género levanta juicios sobre la forma en que se obtuvo, ya que muchos de los estereotipos son propagados y reforzados por nosotras mismas.
Para que un país se desarrolle, es urgente enseñar, e inculcar a las mujeres, que constituyen más de la mitad de la población en Chile, desde pequeñas, a que tomen riesgos y que sean valientes, ya que, muchas prefieren no hacer, no emprender ni arriesgarse, si no se sienten un 100% preparadas para determinada tarea, en contraste, los varones, aún no teniendo las competencias, la emprenden igual, sin temor a equivocarse y arriesgando más , accediendo a mejores y más oportunidades, de esta forma, la participación de las mujeres en la mayoría de los campos donde se desenvuelven son con excelentes resultados, sin embargo, mucho más reducidos.
Es nuestra responsabilidad como sociedad, tanto docentes, padres y apoderados, fomentar el que la igualdad de oportunidades se exprese a través de derribar concepciones que son de tipo cultural, desechando los estereotipos clásicos y permitiendo que nuestras niñas se arriesguen. A muchas, les da miedo levantar la mano, preguntar, ya que no quieren ser, la única que no entiende, debemos, todos y todas, demostrarles que las vamos a amar y aceptar no por ser perfectas, sino por ser valientes .
Debemos ser solidarias con el género y valorar a las pocas que lideran en diversos campos, y sobre todo a las que se atreven. No podemos desperdiciar esta oportunidad única en la historia, donde una de las metas de desarrollo de las Naciones Unidas para el mundo entero, consiste en lograr la equidad de género y fomentar la participación igualitaria de la mujer en todos los ámbitos, lo que espero se traducirá en políticas públicas y voluntades.
Es tarea de todos y todas, hacer un mundo más justo para nuestras hijas, con menos presiones, liberándolas de los roles impuestos por otros, con igualdad de oportunidades, ya que necesitamos mujeres valientes.