Por: Eugenio Astudillo
La Sátira X de Juvenal; escrita, se calcula 100 años antes de Cristo en Roma, con el lenguaje de entonces, medio enredado para los tiempos modernos de hoy, en donde se narra las peripecias, influencias, y corrupciones del imperio Romano, deja claro que ya en esa época existía en el Senado Imperial, unos movimientos políticos así como un “Roma Vamos” y también otro como “Roma Nueva Mayoría”, parecidas a las que conocemos en el Chile actual, con múltiples problemas igual como hoy, en donde la envidia, la descalificación, la corrupción y el pago de los favores políticos tenían enfermo a los romanos, razón por la cual nacieron estás sátiras especiales de Juvenal, dedicadas a los “honorables” de esa época, que al igual que hoy, habían sacado del diccionario popular, las hojas con el significado de las palabra vergüenza y honestidad.
En dos de sus acápites Juvenal describe en Sátiras X frases como estas “A algunos los precipita a la ruina el poder sujeto a gran envidia, los hunde una larga y distinguida hoja de servicios. Sus estatuas bajan del pedestal y van tras la cuerda, luego, hasta a las ruedas de los carros que las golpean y rompen, y el hacha y a los caballos; que no tienen ninguna culpa, les quiebran las patas”, y después argumenta la gran frase recordada en su parte final, por nuestras autoridades, a todo nivel, hasta el día de hoy “Hace ya tiempo, desde que no le vendemos los votos a nadie, el pueblo se ha deshecho de preocupaciones; pues el que en otro tiempo otorgaba el mando, las fasces, las legiones, todo, ahora se aguanta y solo desea con ansia, dos cosas, PAN Y JUEGOS DE CIRCO. (Traducción literal oficial.). Desde entonces la frese ”Panem et Circenses, ha recorrido todo el mundo y la historia de la mayoría de los pueblos del mundo, recordándole a los gobernantes, principalmente a los políticos de todo nivel que venden “pomadas” variadas, que el pueblo, teniendo satisfechas sus ansias de pan y circo, ellos puede seguir con sus malabares, porque la “chusma” estará contenta y no los molestarán pidiendo explicaciones por sus cahuines.
Es bueno recordar que cuando aquí se habla de circo se refiere a toda la gama conocida entonces en el espectáculo romano, que iba desde las carreras de carros (hoy Formula 1), La peleas de los esclavos contra animales agresivos o romanos armados (hoy representados por personajes con fuero o protegidos por el Ministerio Público; entre otros) y/o también, el Circo con payasos y acrobacias propiamente tales, que hacían reír con sus imbéciles actos, igual que ahora, pero con la diferencia de que hoy tienen una sede fija, que aún existe en Chile, en pleno apogeo y brillo, que está ubicada – si se le ha olvidado – en la ciudad de Valparaíso, frente al terminal de buses interurbanos.
Lo único lamentable de esto de la recordada frasecita del pan y circo, es que en este país, hace tiempo se han olvidado de proveer el pan equitativamente entre las distintas clases sociales actuales, favoreciendo con esto a la creación de muchas desigualdades a la hora de asegurar el alimento diario, o “el pan nuestro de cada día”, por lo cual, en el día a día hay algunas personas que comen puras tortas y exquisiteces , y también existen las del otro extremo, que al consumir pan, ya ni siquiera les alcanzas para financiar algún embutido, un pedazo de carne, y por último, un poco de aceite y sal, como fue en un tiempo antes, y que ahora solapadamente se repite; en los casos de la mayoría de los pensionados de las AFP, que reciben jubilaciones lastimosas.
Pero así y todo, aunque a la gente le cueste conseguir el pan, nuestras variadas autoridades le siguen dando énfasis al circo popular para quedar bien con la gente, aunque a estos últimos les duela la guata de hambre,
¿Cómo hacen el circo? Inaugurando o reinaugurando la misma calle o colocando una segunda piedra al lado de la primera piedra ya puesta por la anterior autoridad, y/o, organizando festivales de la canción de verano, de invierno, de otoño y primavera, carnavales folclóricos, mundiales de fútbol, y/o, cualquier otra cosa que suene o perezca Circo, y que evada de la realidad a la gente. A veces, en los peligrosos momentos en que un tercio del país sufre de inundaciones catastróficas: en él norte, el otro tercio sufre incendios forestales de inmensas proporciones, en el sur, pero el otro tercio del centro, en forma solidaria se consuela con cuanta fiesta pueda organizar; el festival de Olmué, De la Independencia, De la Chaya, De Viña del Mar, La Fiesta Huasa, La trilla a yegua suelta, el de Palmenia Pizarro, y varios otros, en donde normalmente deben tener todo los días a la Unidad Coronaria Móvil del Hospital más cercano, para atender a los chiquillos de mi época que cantan ahí; Leo Dan. Franco Simone, Buddy Richard, y los abuelitos de Illapu, entre otros.
Y en todo estos, los Alcaldes felices, al no poder repartir pan para el pueblo que mira de lejos como cantan hasta los concejales, reparten besos, cerquita de la comisura de los labios, como los hace el Edil de Puerto Varas, discriminado en el acto, porque solo besuquean a las mujeres y no a los hombres, ¿Qué pensará el MOVILH de esto?
Como pueden apreciar Circo hay, a pesar que falten señalizaciones para la nueva velocidad máxima de los radios urbano, que faltan semáforos para varias rotondas y cruces importantes, que se ha disminuido la presencia policial en la zona, y que a los viejitos jubilados los hacen bailar cumbias con bototo y ternos gruesos (No tienen más), y hacerse los felices, a pesar del calor y estar desnutrido con las $ 120 lucas que ganan mensuales de pensión, que no les alcanza para comprar lo mínimo para una olla justa.
¿Y cuánto cuesta organizar los diferentes festivales?, ¿los jóvenes artistas que vienen con enfermeras, cuánto valen? Por favor amigos autoridades acuérdense que la frase dice; primero PAN y después circo. Asegúrennos al contribuyente primero el pan. El circo ya lo tenemos hace rato y como está hasta ahora, ya hay de sobras.
Pero el Circo para el pueblo tiene su efecto, ¿Quién reclama hoy que el INE haya informado que la Quinta Región fue la única del país que decreció económicamente el año pasado? Nadie. Para eso es el Circo, para que Usted se olvide de la realidad.
Pero si a Usted le llega a preocupar esto u otra cosa contingente, vámonos al festival de Viña del Mar, evento licitado y organizado por una municipalidad de la región, que maneja muy bien el Circo, y que por un par de semanas nos hará olvidar que vivimos en Chile…
Como andino, entre pan y circo, prefiero el pan, aunque sea añejo.