Por: Diputado Luis Pardo Sáinz
A propósito de la cuarentena decretada en las comunas de Los Andes, San Felipe y Quillota, me ocurrió algo digno de estudio. Muchas personas que me llamaban o escribían pidiendo la pronta instauración de la cuarentena, una vez decretada comenzaron a llamar reclamando por las restricciones o preguntando cómo “conseguir” permisos especiales.
Lo cierto es que las cuarentenas son una medida extrema, pero pueden no ser todo lo efectivas que se quisiera si no cumplimos las recomendaciones básicas de autocuidado o bien recurrimos a todos los subterfugios posibles para seguir funcionando “normalmente”.
Por otra parte, el reforzamiento del sistema hospitalario, específicamente en cuanto a ventilación mecánica, se ha traducido en una significativa reorganización de los servicios de urgencia y de las UTI y UCI de los hospitales provinciales.
En el San Juan de Dios de Los Andes y San Camilo de San Felipe, ya se completaron 16 y 18 equipos de ventilación mecánica. En el Hospital San Martín ya llegamos a 12 camas, faltando 2 ventiladores invasivos por llegar, junto a una veintena que reforzarán principalmente el Hospital Fricke. Es el triple de camas criticas que había hace sólo algunos meses atrás, capacidades que quedarán instaladas en forma permanente post-pandemia.
Mención especial merece el aporte de privados a la cruzada por evitar la dolorosa situación que se vivió en España, Italia y otros países. En Quillota, un emprendimiento de alta tecnología de los hermanos Coddou, desarrolló en tiempo record una cánula de alto flujo (entre otras máquinas de alta complejidad) y con donaciones de familias y empresario quillotanos, ya se han entregado 10 de estos equipos al Hospital San Martin, para atender pacientes críticos.
En La Ligua, Rotary Club con donaciones de socios y particulares está terminando un laboratorio que servirá para la emergencia y quedará también para el Hospital San Agustin, que debiera lograr mayores niveles de complejidad en el corto plazo.
Tenemos que superar nuestras propias contradicciones como sociedad, y aprender de lo bueno que también está ocurriendo, para enfrentar un futuro difícil, pero que podemos enfrentar con coraje y generosidad.