Joven de 18 años sufrió herida abdominal menos grave.
Una joven de iniciales M.C.U., de 18 años, resultó con heridas en la región abdominal de carácter menos graves al recibir un disparo efectuado por el dueño de la parcela donde su padre trabaja de cuidador, al ser confundida con un ladrón.
El lamentable hecho que pudo terminar en tragedia se produjo alrededor de las 22:00 horas en una parcela ubicada en calle Roma de San Esteban.
A la hora señalada cuando la joven salía del predio los perros comenzaron a ladrar insistentemente lo que hizo imaginar al dueño de iniciales J.A.G.Ch., de 69 años, que habían ingresado ladrones a su propiedad, razón por la cual tomó su pistola semiautomática calibre 9 milímetros y salió al exterior.
En medio de la oscuridad efectuó dos disparos al suelo para amedrentar a los presuntos ladrones.
JOVEN NO SE HABÍA PERCATADO DE LA HERIDA
En ese momento la joven mujer le señala no siguiera disparado, que era la hija de su cuidador, ante lo cual el parcelero se tranquilizó y regresó a la vivienda.
Por su parte la joven también regresó a su casa y al ingresar recién se percató que tenía la polera manchada con sangre y un orificio de bala en su abdomen. Le contó a su madre lo que había ocurrido minutos antes y juntas fueron hasta la casa del dueño de la parcela a mostrarle la herida.
El hombre trasladó inmediatamente a la joven al Servicio de Urgencia del Hospital San Juan de Dios de Los Andes para que recibiera atención médica.
Personal médico señalaron que felizmente el proyectil balístico no penetró en su abdomen, sino que la había rozado causándole una lesión de carácter menos grave.
FORMALIZACION
Aunque se trató de un hecho accidental, y que el arma se encuentra legalmente inscrita, Carabineros adoptó el procedimiento informando del hecho al fiscal de turno que ordenó la detención del agricultor, quien fue puesto a disposición del Juzgado de Garantía donde fue formalizado por cuasidelito de lesiones menos graves.
Al no registrar antecedentes penales, el fiscal Alberto Gertosio solicitó al tribunal una nueva audiencia para fijar medidas cautelares o explorar una salida alternativa, acordando un plazo de 3 meses para el cierre de la investigación, tras lo cual el parcelero recobró la libertad.