Gustavo Poblete (Ph.D), académico Escuela Química y Farmacia U. Andrés Bello
La enfermedad de Parkinson en la población mayor de 60 años, es el segundo trastorno neurodegenerativo más frecuente, detrás del Alzheimer. Debido al envejecimiento de la población, se estima que su prevalencia aumentará en los próximos años.
La alteración neurológica se manifiesta tempranamente con alteraciones del olfato, problemas gastrointestinales y depresión. Sin embargo, el diagnóstico está basado en la clínica y lo realiza el especialista sólo cuando los síntomas son, entre otros, acinesia (disminución o pérdida del inicio del movimiento muscular voluntario), temblor en reposo y rigidez muscular. Lamentablemente, estos síntomas se presentan cuando aproximadamente el 80% de las neuronas dopaminérgicas han perdido su funcionalidad.
Desde hace algunos años, los especialistas estudian un marcador biológico que permita iniciar tempranamente la farmacoterapia. Recientemente, se publicó en la “Acta Neuropathologica”, febrero 2017 (Dermal phospho-alpha-synuclein deposits confirm REM sleep behaviour disorder as prodromal Parkinson’s disease) un artículo relativo a un test cutáneo que permite identificar una proteína, denominada alfa-sinucleína, lo que permitiría iniciar tempranamente el tratamiento sintomático de esta patología y contribuir en la calidad de vida de miles de personas.