Patanes Andinos

Patanes Andinos

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Por: Franco Contreras

En el último tiempo hemos sido testigos de algunas transformaciones socioeconómicas que han propiciado la multiplicación de personajes que irrumpen con prepotencia en nuestras comunidades, dejando una estela de egoísmo y haciendo gala de un individualismo en extremo hedonista, que los posicionaría como baluartes del postmodernismo y que podemos denominar como Patanes Andinos.

A continuación, algunas categorías identificadas:

a) Motoquero: Existen distintos niveles, ya que los individuos que tienen su primera moto decente se comportan diferente en comparación a los que llevan un periodo razonable de experiencia. Todo esta en la cilindrada, cervezas, asados radiografiados en sus panzas protuberantes y que tan firmemente crean en su calidad de deportistas. Se distinguen desde lejos por el ruido de sus motores y la estela de polvo y destrucción que dejan sus neumáticos.

b) Político: En esta categoría podemos reunir desde diputados hasta concejales -los senadores no los incluimos porque nadie sabe para que o a quien sirven-. Podemos identificar un patán en esta categoría por el carácter déspota de sus acciones, discursos vacíos con palabras bonitas y besuqueo de guaguas en campaña; su minuto de fama es cuando “se dan vuelta la chaqueta”.

c) Cazador: En este caso encontramos subcategorías como el cazador curao, cabro chico, loco rayao y el viejo cabrón, pero si los mezclas en la juguera, puedes obtener a Elmer Gruñon tratando de capturar a Bugs Bunny y el Pato Lucas, mientras el oso Yogui y Bubu van por esa cesta de comida en su campamento.

d) Autobots: En una ciudad que entre las 14 y 16 hrs -considerando también el fin de semana- puede emular a Lazzy Town, en horarios peak tiene congestiones que para un santiaguino podrían transformarse en un desagradable Deja Vu. Esto por los individuos que viven a 20 minutos caminando del centro y acuden a la comparsa en sus carros alegóricos.

e) Turista flaite: Epidemia de Cachureos es una alpargata al lado de este individuo. Puede ser visto los viernes en la noche, sábados y domingos. Se observan dos subcategorías: los que buscan una posa o mirador donde tomar una cervecita, al ritmo del regueton, choripanes, ensalada a la chilena y conducen un sedán o citycar, en ocasiones tuneado. También están los que conducen un 4×4 (camioneta, suv, jeep, etc). Estos no tienen gustos musicales definidos, ni se bajan del vehículo. Se caracterizan por el pecho paloma, tirar su basura por la ventana e intentar lucirse ingresando en sus vehículos a terrenos privados sin respetar a sus moradores. En ambos casos dejan los condones con residuos seminales y vaginales tirados en el mirador, luego de una noche de pasión al estilo Titanic.

f) Chiporrito Minero: Aquí encontramos aquellos que ingresaron a la minería durante el súper ciclo de elevados precios de las materias primas, que les brindó la oportunidad a algunos de obtener reconocimiento a través del consumo. En reuniones sociales monotemáticas los escuchabas alardear con minería y mediciones fálicas de quien sabe más y quien gana más.

En conclusión, podría existir una relación directa entre la cantidad de patanes y los ciclos económicos de bonanza, en un país donde el Estado existe sólo para trámites formales, y la Nación sólo para los partidos de la Roja. Probablemente falten más categorías y muchos piensen que es discriminatorio, pero los patrones de comportamiento permiten agrupar a este tipo de individuos que nosotros llamamos patanes.

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