Además mantenía en su poder talonario de recetas médicas

Un antisocial con abultado prontuario, de iniciales L.C.L., de 48 años, fue aprehendido por la Brigada de Delitos Económicos de la PDI como autor de numerosos delitos de estafa con cheques y robos cometidos en el comercio local y una clínica privada.

Al momento de su detención fue sorprendido con un talonario de recetas médicas que habría estado vendiendo para la compra de medicamentos que se expender con receta retenida.

A medida que avanzó la investigación de la BRIDEC fueron apareciendo una serie de otras estafas y robos cometidos últimamente en la zona, las que quedaron de manifiesto en la audiencia de formalización llevada a cabo esta semana en el Juzgado de Garantía de Los Andes.

CHEQUES ROBADOS

La secuencia de delitos se inicia con el robo de una chequera del banco BCI perteneciente a una mujer para la cual el sujeto había trabajado este año como conductor.

El imputado robo el talonario y tarjetas de crédito a su ex empleadora el 14 de agosto, y con el paso de los días la víctima comenzó a recibir avisos de su banco respecto a giros realizados en cajeros automáticos con sus tarjetas.

ESTAFAS AL COMERCIO

El individuo para girar cheques falsificó la firma de la titular.

Su primera víctima fue la dueña de un restaurant de calle Maipú 77 en el mes de septiembre hasta donde llegó señalando que vivía en San Felipe y había sido trasladado a trabajar en una carnicería de la ciudad durante Fiestas Patrias, y que necesitaba almorzar en ese lugar para lo cual pagaría con un cheque, entregándole un documento por 44 mil pesos.

“En el mes de septiembre, este sujeto toma contacto con la víctima, dueña de un restorán de nombre Doña Mirta ubicado en calle Maipú Nº 77, a la cual le señala que era trabajador de carnes Kar de calle Esmeralda, que vivía en la ciudad de San Felipe y que lo habían enviado a trabajar a esta carnicería durante las Fiestas Patrias, razón por la cual necesitaba tener servicio de almuerzo que iba a pagar precisamente con estos cheques”, explicó el fiscal. La dueña del local el día 22 de ese mes fue a depositar el cheque a la cuenta RUT resultando protestado por firma inconforme.

SEGUNDO CASO

A inicios de este mes el imputado se contactó con la dueña de una residencial de calle Membrillar asegurándole que trabajaba en otra carnicería de la ciudad y que necesitaba una habitación y almuerzo por algunos días.

La propietaria de la residencial le señaló que el servicio tenía un valor de 10 mil pesos diarios, y de acuerdo a los días que dijo estaría en el lugar la cuenta era de 300 mil pesos.

El sujeto le entregó un cheque por 150 mil pesos el 5 de noviembre, y otro documento por igual cifra el día 21, correspondientes al talonario que había robado. Al igual que el caso anterior ambos documentos resultaron protestado por orden de no pago.

Una tercera víctima corresponde a una persona que se encontraba en la misma pensión al que le pidió dinero prestado dejándole en garantía un cheque por 300 mil pesos del mismo talonario. El pasado lunes la hija de la víctima intentó cobrar el cheque el que también salió protestado.

RECETARIO DE UNA CLINICA

Al momento de la detención el sujeto no tan solo tenía en su poder el talonario de cheques, sino que también un recetario de la Clínica Río Blanco. Había adulterado la firma de un psiquiatra tras lo cual se dirigió a una farmacia donde compró tranquilizantes que solo se expenden con receta retenida.

FORMALIZACION

El sujeto durante la formalización de cargos en al Juzgado de Garantía fue imputado por los delitos de uso malicioso de instrumento privado mercantil reiterado en grado de consumado, receptación respecto a los cheques y talonario de recetas, y uso malicioso de instrumento público por las recetas que alcanzó a utilizar en la compra de fármacos.

PRISION PREVENTIVA

El fiscal Jorge Alfaro pidió la aplicación de la medida cautelar de prisión preventiva en consideración a la cantidad de delitos cometidos, y la multiplicidad de personas afectadas, además por el nutrido prontuario de antecedentes penales que posee el imputado con condenas por desacato, hurto, conducción en estado de ebriedad y lesiones menos graves.

Tras escuchar las argumentaciones de las partes, finalmente la jueza Valeria Crosa determinó que la libertad del imputado constituye un peligro para la seguridad de la sociedad, razón por la cual decidió aplicar la medida cautelar de prisión preventiva, fijando un plazo de 4 meses para el cierre de la investigación.

CAUSA ANTERIOR

El imputado registra una causa anterior, cuando se desempeñaba como guardia de seguridad en la Clínica Río Blanco. En esas circunstancias sustrajo la suma de 2 millones de pesos, y además un celular Motorola y un equipo de radiocomunicaciones.

Por estos hechos también registra una formalización que se encuentra en pleno proceso.

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