Está involucrado uno de los trabajadores del local y un cómplice
La Brigada Investigadora de Robos –BIRO- de la PDI de Los Andes recibió el miércoles una denuncia por el delito de robo en lugar no habitado, correspondiente a un taller mecánico de motocicletas y vulcanización ubicado en San Martín con avenida Argentina Oriente.
Al respecto el prefecto Juan Sánchez, jefe de la BIRO, señaló que el propietario del taller denunció la sustracción de una motocicleta el día anterior.
ROBADAS POR UN TRABAJADOR
Realizadas las primeras diligencias por detectives de esa unidad “establecieron que no había fuerza en ninguno de los accesos al taller, “y que uno de los principales sospechosos era un trabajador del local, por lo tanto previa coordinación con el Ministerio Público se concurrió a su domicilio encontrado una de las motocicletas sustraídas. Asimismo, en otro domicilio se encontró otra motocicleta que había sido sustraída por el mismo individuo hace dos meses desde el mismo taller”.
AVALÚO
La recuperación de las dos motocicletas equivale a un avalúo total de 4 millones de pesos, señaló el oficial policial.
Una de las motos es modelo enduro marca Kawasaki año 2010, y la otra es una motocicleta marca Kinlon año 2011.
TENÍA LIBRE ACCESO
El autor de estos robos aprovechando la condición de trabajador tenía llaves del recinto, “por lo tanto accedió en horas de la noche cuando del resto del personal se había retirado a sus hogares al término de la jornada de trabajo, desactivó la alarma porque conocía la clave, y sustrajo las motocicletas”, dijo.
Al no haber fuerza en los accesos del taller se configuraría el delito de hurto agravado.
El último robo se produjo la noche del martes y quedó al descubierto el miércoles, realizándose la denuncia ante la PDI que resolvió el delito el mismo día.
UN GRAVE ERROR
El mismo autor del robo comunicó el hecho al dueño del taller, indicándole que su cónyuge había pasado por el lugar y vio el portón abierto, cuando en realidad el portón estaba cerrado sin ninguna señal de hacer sido violentado.
Este error llevó a los detectives a concluir que fue el propio trabajador el autor del delito.
Utilizó el mismo modus operandi de hace dos meses cuando sustrajo la primera motocicleta marca Kinlon, utilizando las llaves del taller con las que abrió el portón.
El primer robo lo cometió a los cinco días de haber ingresado a trabajar, entregándosela al amigo, sacándoles el estanque de combustible y el motor que posteriormente vendieron.
A LA ESPERA DE CITACIÓN
El trabajador y un cómplice luego de prestar declaraciones en la PDI, por instrucciones del fiscal de turno quedaron apercibidos a la espera de citación del Ministerio Público. El segundo involucrado tenía en su poder uno de los vehículos.
Ambos no registran antecedentes por otros delitos.
Los imputados fueron identificados como J.L.F.N., de 21 años, trabajador del taller mecánico, y su amigo M.J.P.P., de 18 años.
UNA MOTO DESARMADA
Una de las motos, de la marca Kinlon, se encontraba en proceso de desarme, incluso le habían sacado el motor, mientras que la Kawasaki fue recuperada intacta.