Perro adiestrado dio la alerta cuanto realizaba los trámites en el complejo Los Libertadores
Un joven de la nacionalidad argentina, de iniciales D.A.R., de 20 años y domiciliado en la ciudad de Córdoba, fue detenido por detectives de la Brigada Antinarcóticos y contraa el Crimen Organizado (Brianco) de la Policía de Investigaciones (PDI) Los Andes, al ser sorprendido ingresando la cantidad de 670 estampillas con droga sintética, cuyo avalúo alcanza los $13.000.000.
De conformidad a los antecedentes policiales y lo recabado en audiencia, el procedimiento policial fue adoptado la tarde del sábado en el Complejo Fronterizo Los Libertadores, en momentos que el sujeto, quien viajaba como pasajero a bordo de un bus internacional con destino a Santiago, realizaba los trámites migratorios.
Fue en esos instantes que gracias al trabajo de análisis y la alerta dada por el perro de nombre “Anubis”, adiestrado en la detección de drogas, es que se llevó a efecto su fiscalización y en la revisión de las vestimentas se le hallaron en el bolsillo derecho de su chaqueta las 670 dosis cuadriculadas de 2C-E, que posee un alto poder alucinógeno, y que estaban ocultas en estampillas con dibujos de series animadas impregnadas con el componente activo dimetoxifenetilamina.
Según lo informado por la PDI, el aprehendido forma parte de una estructura criminal internacional dedicada a internar drogas de sintéticas al territorio nacional, donde ejercía la función de transporte.
QUEDÓ EN PRISIÓN PREVENTIVA
La mañana del domingo fue trasladado hasta el Juzgado de Garantía de Los Andes, realizándose la audiencia donde el fiscal Alberto Gertosio lo formalizó por el delito de tráfico de drogas.
En la exposición de antecedentes, el persecutor dio cuenta que en las declaraciones prestadas ante los detectives de la Brianco el imputado manifestó que la entrega del alucinógeno lo debía realizar a un determinado sujeto, para cual mantenía un contacto telefónico. Por ello se efectuaron llamados a un número de celular, sin embargo no se contestaron y ante lo cual no pudo llevarse a efecto la continuidad de la diligencia policial.
Por representar la libertad del imputado un peligro para la seguridad de la sociedad y evidente riesgo de fuga, el fiscal solicitó la medida cautelar de prisión preventiva que fue acogida y decretada por la jueza Carolina Encalada, estableciendo un plazo de investigación de 3 meses.