Por: Jorge A. Walters A.
Con tantas horas diarias para pensar, gracias a la cuarentena; la quietud de la noche pareciera ser el escenario propicio para que, en forma recurrente afloren a mi mente, como si fuese una muy generosa vertiente, un cúmulo de ideas que, además de impedirme dormir, me instan a relacionarlas entre sí, en busca de alguna respuesta que, me satisfaga y que, me aproxime a aquella esquiva VERDAD que, pudiera explicar las razones y el porqué de lo que está ocurriendo-
De lo único que hoy tengo certeza, es que, toda respuesta que surja, para ser considerada como probable en alguna medida, debe provenir, a lo menos, de un supuesto sólido creíble y comprobado, que nos asegure no ser falso, o erróneo y que, eventualmente de serlo, pudiera desviarnos del objetivo, o nos haga equivocar el rumbo.- Conforme con lo dicho, si aceptáramos como cierto que: “Todo es mente y el Universo es mental”, y que “Todo está en el Todo”, como también, que, potencialmente existen tantas respuestas posibles, como las infinitas preguntas que, a diario pudiésemos formularnos; nuestra tarea consistiría entonces, en dirigir esta búsqueda, en la dirección correcta, como si para ello, contásemos con un GPS.-
Es evidente que, la humanidad ha alcanzado en el último siglo, niveles de progreso jamás soñados, e insospechados, aunque por cierto, todo lo logrado es y ha sido, a partir de los enormes conocimientos previamente existentes, en que, gran parte de los inventos realizados, son copias extraídas de la Sabia Naturaleza y del natural comportamiento de muchos seres vivos de las muy variadas especies.- Casi podría afirmarse que, mayoritariamente la ciencia, la técnica, la informática, la ecología, la neurociencia y la robótica, entre otras, constituyen los sólidos cimientos de la construcción del tambaleante, e incierto futuro planetario.- Lo lamentable del caso es que, cada nuevo descubrimiento, o invento, que pudiera ser de enorme beneficio para la humanidad, a diferencia del generoso ejemplo que, en su oportunidad nos diera Nikolas Tesla con sus inventos; de inmediato despierta el apetito de quienes a menudo ven en ello, una tentadora oportunidad para explotarlo comercialmente y enriquecerse.- Llega a tanto esta voracidad enfermiza, saturada de ambición y egoísmo que, no tarda en aflorar en sus actores, lo peor del ser humano, para conseguir el logro de sus insaciables objetivos.- Entre muchos ejemplos tenemos a la vista, el de la industria farmacéutica transnacional, el de las vacunas, cuya demanda para controlar las Pandemias, como el de la modificación genética de semillas que, a menudo se nos quiere imponer en forma forzosa, a través de perversos Tratados Internacionales, siempre avalados por los Gobiernos de turno.-
No hace muchos años que, un creciente número de ecologistas y hombres de ciencia, nos advirtieron que, de continuar el Ritmo de Sobre-explotación de recursos, como del Calentamiento Global, del Cambio Climático y del Deterioro de nuestro Eco-sistema; al Planeta y a la humanidad, le quedarían muy pocos años de vida.- No obstante, los responsables, no escucharon la advertencia y todo continuó igual,. Fue necesario que fuera la propia Naturaleza la que reaccionara y mediante esta Pandemia del Covid-19 y muy posiblemente de una nueva versión de la fiebre porcina, nos obligara a un dilatado e insufrible confinamiento que, nos ha hecho ver que, al disminuir la acción dañina del ser humano, el planeta rápidamente comenzó a recuperarse, a reparar su dañada capa de ozono, limpió parte importante de la contaminación atmosférica y la cruel sequía de décadas, dio paso a lluvias casi propias de un año normal.-
Si pusiéramos debida atención a lo que la Naturaleza en forma permanente quiere informarnos, tal vez podríamos encontrar algunas respuestas claras y precisas, sobre la forma en que ésta da solución, a cualquier problema similar, o equivalente, a aquellos que, a menudo complican a la humanidad.-
Bajo esta misma lógica y conforme al conocido “Principio Hermético de Correspondencia” que, afirma: “Como es arriba es abajo y como es abajo es arriba”, (Macro Cosmos y Microcosmos), la Capa de Ozono que protege a nuestro Planeta, debiera tener su réplica o equivalente en cada ser humano.- Este hecho, a mi parecer, podría llevarnos a creer posible que, todos(as) para que esta sentencia se dé, tendríamos a modo de protección, una especie de envoltorio, o “huevo energético” que, cuando la capa de ozono llegara a perforarse, o romperse, este daño se replicaría en nosotros, afectando nuestro sistema inmunológico, o viceversa .- Esta hipótesis, si pudiese ser comprobada, podría ser la causa de lo que, con horror estamos viviendo actualmente.-
El Covid-19, como tantos otros virus que, en el pasado han diezmado a la humanidad, no son seres vivos, sino moléculas de proteína que, sí parecen serlo.- El hecho de propagarse tan velozmente, de evolucionar, multiplicarse, de adherirse y de nutrirse en el Aparato Respiratorio, provocan serios riesgos de muerte para los contagiados, especialmente para los mayores de edad.-
Con los ojos puestos en la Naturaleza, podemos afirmar que, en el reino vegetal, resulta medianamente frecuente, comprobar la existencia del Quitral y/o del Muérdago, que, no obstante parecer atractivos racimos de flores rojizas, son plantas hemiparásitas que se nutren de las hojas de árboles como los álamos, sauces Maquis y otros y realizan su fotosíntesis en las hojas más amarillentas.- Desde tiempos inmemoriales, estos parásitos que, podrían tener alguna similitud con el Covid, y con características dignas de analizar, nos llevan a preguntarnos, ¿por qué razón, estos hemiparásitos, son y han sido utilizados en forma exitosa por algunos ancestros, como medicina para la curación de diferentes enfermedades?.- Sería interesante también, estudiar y determinar en forma estadística, si los árboles afectados, generan algún tipo de secreción que, evite la muerte de estos árboles, información que, aunque pareciera descabellada, a futuro pudiera ser de utilidad para la fabricación de alguna vacuna.- Ninguna idea, por absurda que parezca, debiera ser desechada, sin prestarle un mínimo de atención.- Recordemos que, la caída de una simple manzana un día permitió que Newton descubriera la Ley de Gravedad.-
La Pandemia del Covid-19 sólo podrá ganarse si dejamos de enfrentarnos en forma absurda y luchamos fraternalmente unidos como verdaderos hermanos.-
Si Ud. concuerda con lo señalado, Decrete con fuerza y convicción ¡¡¡QUE ASÍ SEA!!!