Por: Juan Manuel Carvacho Fajardo
La palabra plebiscito, viene de plebe, por eso no se llama “plesbicito” ,a su vez de plebe vine plebeyo, por ejemplo. La plebe tiene dos significados; uno moderno o actual, que se refiere a las clases bajas, “Ella era una reina y yo un simple plebeyo” dice el bolero, y un significado antiguo para denominar a la gente común, a todos, sin distinción de cargos, colores, fortunas, todos los seres humanos habitantes de un país entre ciertas edades y capacidades en un momento determinado. Nuestro plebiscito que se nos avecina, entonces es una manifestación pública de todos nosotros, será la expresión de un querer, deseo o voluntad para que se realice o no algo que nos va afectar a todos, en este caso, como sabemos, es decidir respecto de si queremos o no una nueva Constitución para el país.
Qué es la Constitución, ¿es solo un librito que nadie entiende?. No, la Constitución es el rayado de la cancha de un grupo social. Cuando dos o más personas se asocian para perseguir un fin, cualquiera que éste sea, por ejemplo, comprar a medias un Hyundai para trabajarlo de taxi colectivo, necesitan estar de acuerdo en ciertas cosas básicas para que funcione, quien lo comprará, cuanta plata pondrá cada uno, en que proporción se repartirán las ganancias, quien lo trabajará etc.., o sea, todo “emprendimiento social”, de más de dos personas requiere de normas básicas que regulen el negocio. El gran “emprendimiento social”, que es el país obviamente entonces que también necesita normas básicas que regulen nuestra actividad como país. Deberemos decidir cómo nos gobernaremos, qué derechos serán los fundamentales, qué sistema económico nos regirá , si será solo la propiedad privada o habrá también propiedad social del Estado, que competirá con las actividades privadas. La educación , la salud, la previsión, las aguas , permanecerán en manos privadas o serán expropiadas y volverán a pertenecer al Estado, a todos nosotros. ¿Las minas, desparecerá Codelco y los yacimientos serán entregados a manos privadas o al revés, todas las minas serán del Estado? En fin, estos son solo algunos ejemplos que es necesario definir en este proceso constituyente, claramente que hay además otras materias como el tema mapuche, la paridad femenina, etc… Solo nombro algunos para hacer ver la importancia de una Constitución y la directa injerencia o influencia que puede tener en cada una de nuestras vidas individuales, de nuestros hijos, de nuestros abuelos.
Independientemente que nuestra actual Constitución sea buena, regular o mala, todos sabemos que nos fue impuesta sin ninguna consulta popular en el régimen de Pinochet, más algunos retoques o modernizaciones hechas por “la clase política” durante la así llamada “ recuperación de nuestra democracia”, entiéndase, hechas entonces por políticos concertacioncitas y políticos de derecha. Retoques que jamás alteraron la base o el espíritu de la Constitución que nos rige y que al decir de muchos que dicen que saben , ha establecido un sistema económico y social neo liberal que nos ha llevado entre otras cosas, a grandes concentraciones de riqueza en pocas manos privadas, a un Estado subsidiario para que atienda aquello que no es negocio para los particulares y una gran masa de gente metidos en un sistema económico que les ha permitido mejoramiento en sus vidas, pero a costa del endeudamiento permanente, de una salud pública mas bien mala que buena, de una educación pública mala, de una previsión pésima, de un sistema universitario en que hay que endeudarse por años de años etc. etc. Chile el laboratorio del neoliberalismo. Los Chicago Boys. Milton Friedman. Algunos me entenderán.
Claramente como una reacción a lo antes descrito, el 18 de Octubre de 2019, se produjo el denominado “estallido social” que ,sorprendentemente, no tenía líderes, no estaba apadrinado por ningún partido político, en las numerosas manifestaciones, nadie hacía un discurso oficial, no había con quien dialogar. Mucha violencia y muchos destrozos fue el contundente discurso de este “estallido” que fue lo que motivó que el 15 de Noviembre de 2019, casi un mes después del primer estallido, los políticos, rojos, azules, blancos y amarillos que hasta ese momento no habían aparecido, posaron en la tele , firmando el llamado “Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución”. Fueron ellos, todos los políticos, sin distinción, más bien detestados por los manifestantes que queridos, los que nunca hicieron ni siquiera un discurso en ninguna manifestación, quienes para no desparecer ellos junto con sus privilegios, se unieron, unidos jamás serán vencidos, y acordaron la celebración de este plebiscito para cambiar la Constitución.
Hasta ahí, todo bien, se le dio el gusto a la gente, votaremos pandemiosa y libremente para decidir el apruebo o el rechazo el próximo 25 de Octubre, pero los políticos hicieron su trampita, y esta trampita está en quiénes y cómo se van a elegir a las personas que harán la nueva Constitución si es que gana el apruebo y se elige la Convención Constitucional que es lo más probable.
El “Acuerdo por la paz social y la nueva Constitución”, reitero, firmado por todos los políticos que nada tuvieron que ver en las manifestaciones, establece que estas personas que redactarán la nueva constitución a través de la Convención Constitucional, serán elegidas “Con el mismo sistema electoral que rige la elecciones de Diputados. “ Y en qué consiste este sistema electoral que, repito, se debe aplicar para elegir a los constituyentes. Aquí viene la trampa, los candidatos los eligen los partidos, los cuales pueden formar conglomerados o pactos electorales entre ellos mismos e incluso con independientes, pero siempre bajo la tutela de los partidos, de los políticos, mas detestados que queridos en la manifestaciones. Es decir, será la “vieja clase política “ la que decidirá principalmente como será la nueva constitución. ¿Qué puede hacer cualquiera de nosotros gente común, la gente que fue a las manifestaciones, muchos de ellos que no pertenecen a un partido, si desea intervenir en la formación de la nueva Constitución?. Nada.
Es decir entonces que el cambio de constitución que fue la obtenida por la manifestación popular, sin ninguna presencia de partidos ni de políticos , será orquestada, organizada, por la vieja “clase política” , que nada tuvieron que ver y que durante las manifestaciones estuvo acorralada, asustada, escondida, sin que se atrevieran siquiera salir a la calle. Pero, serán ellos los que en el fondo decidirán la nueva constitución. Esta es la trampa. No hay que ser adivino para saber que la nueva constitución será neo liberal, un poco mas suave con alguna concesión por aquí y otra por allá. Pero no será nada tan diferente. Por eso los Longueiras y Lavines , está por el apruebo.
Por ejemplo, se nacionalizará la previsión social, las afp, se nacionalizará el cobre por segunda vez??? La respuesta es no . Frente a eso , que hará la gente??? Nuevas manifestaciones??? Nos adormeceremos???