«Lo que estamos viendo acá es un hito fundacional de lo que para nosotros es una mirada de cómo tiene que desarrollarse no solo el emprendimiento, sino los sectores productivos en Chile», comentó el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Sebastián Sichel, luego de conocer la variedad de uva negra conocida como Maylen en la jornada Día de Campo que congregó a pequeños productores de Los Andes y San Felipe y que presidiera el Ministro de Agricultura, Antonio Walker, junto a personeros de distintos organismos público-privado.
«Tenemos uva pensada en Chile, tenemos a pequeños agricultores asociados, que son de clase mundial en la forma que están produciendo hoy en día, colaboración público privada, y sobre todo procesos de transferencia tecnología que nos ponen a la vanguardia», señaló Sichel.
LA NUEVA VARIEDAD DE UVA
La INIAgrape-one / Maylen es una variedad de media estación a tardía (una semana después de la Black Seedless y Midnight Beauty, y tres a cuatro semanas antes que Autumn Royal), con racimos cónicos de 690 gramos de peso aproximadamente, y un calibre promedio de 20 a 22 milímetros que, de acuerdo a Biofrutales, podría llegar a una producción de 3.500 cajas de 8,2 kilos. También, destaca por su fácil manejo productivo, color, sabor y bajo desgrane, y excelente condición de postcosecha (hasta 90 días en frigorífico) para soportar los viajes, por lo que se transforma en una alternativa precisa para los productores chilenos de uva de mesa que requieren de recambio.
MINISTRO WALKER
El Ministro de Agricultura Antonio Walker precisó que se trata de «la primera variedad comercial y más exitosa, pero si seguimos fortaleciendo esta alianza, vendrán muchas más variedades. Chile está al debe frente al mundo con respecto a la creación de sus propios programas genéticos, pero aquí tenemos un resultado con una variedad que comercialmente está siendo muy exitosa. Y lo que más nos gusta es que esto llega al pequeño agricultor».
FEDEFRUTA
Por último, el presidente de Fedefruta destacó que actualmente hoy en día se vive un nuevo boom frutícola en Chile, sustentado por la nueva genética. «En la uva de mesa, por ejemplo, pasamos de contar con cinco variedades para la producción hace unos años, a 37 disponibles solo en Chile, lo que no quita que debamos desarrollar una sintonía fina sobre muchos factores», advirtió, «desde lo climático hasta el manejo agronómico, de nutrientes y fitosanitario, la agricultura de precisión, junto con muchas otras lecciones que vamos asimilando temporada tras temporada, por lo que es importante destacar la disciplina con la que los pequeños productores de MiFruta han trabajado con esta variedad chilena».