Por: Arturo Zúñiga, subsecretario de Redes Asistenciales
Una de las demandas más palpables, sentidas y justificadas es por atenciones de salud dignas y oportunas. Han sido demasiados años de postergaciones que buscamos terminar a través del Plan Salud Universal, enviado al Congreso Nacional.
En concreto, se extiende la protección financiera y plazo máximo de tiempos de espera – similar a lo que ocurre con las garantías del Plan Auge- al resto de las prestaciones, beneficiando a más de 14 millones de usuarios de FONASA.
No habrá distingo entre género, edad, nivel de ingreso o condición de salud, ya que todos tendrán la misma prioridad de atención. No es una receta mágica y menos, la privatización del sector público de salud, cuya mejor prueba es que hoy el 99.6% de las 4 millones de prestaciones Auge se resuelven en la red de salud pública.
Se mandatará por ley a FONASA, a los Servicios de Salud y a los hospitales para que se conviertan en el guardián, defensor y garante de las atenciones dignas de salud a los pacientes, brindándoles a todos sus beneficiarios, la seguridad y el respaldo que requieren de su seguro de salud.
Desde el Ministerio de Salud, estamos fortaleciendo la red pública a través de un nuevo financiamiento, en donde se les pagará a los hospitales por soluciones de salud, incentivando la maximización de los recursos humanos y físicos, como el mejor uso de los pabellones quirúrgicos.
También estamos avanzando en la edificación de 120 recintos de Atención Primaria de Salud y 75 hospitales que están caminando en distintas etapas de construcción. La semana pasada asistí al inicio de la construcción del hospital regional de Ñuble y este 2020 los hospitales de Ovalle, Gustavo Fricke de Viña del
Mar, Félix Bulnes en la Región Metropolitana, Curicó en el Maule y Padre las Casas en la Araucanía, por mencionar algunos ejemplos, terminan sus obras de construcción, incrementando la tecnología, número de camas y de profesionales en la red pública.
Estamos reforzando y modernizando la salud de Chile, conscientes que los pacientes no pueden seguir esperando por atenciones dignas, oportunas y de calidad.