A pesar de que se dice que es un proceso natural, que se activa como reacción a amenazas, desafíos o retos de nuestro entorno, el estrés es capaz de desequilibrarnos, hacernos sentir poco felices e, incluso, enfermarnos. Conoce las causas del estrés y cómo combatirlo.
Durante la vida, todos pasaremos por momentos estresantes. Para algunos será más fácil de sobrellevar, pero para otros será de tal magnitud que incluso puede provocarles la caída del cabello, depresión, enfermedades autoinmunes y un sinnúmero de sintomatologías, muchas de las cuales son causa frecuente de licencias médicas.
Es más, durante el 2016, una de cada cinco licencias médicas tuvo carácter psiquiátrico, lo que refleja un aumento de las enfermedades relacionadas a la depresión y al estrés. Una realidad que va en alza, si se considera que el año anterior ya se había experimentado un alza de este tipo de permisos laborales debido a problemas de índole mental, tanto en el sistema público como privado.
Pero, ¿por qué estamos cada vez más estresados? El coordinador académico de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico, Felipe Vergara, plantea que existen varios factores que gatillan el estrés, entre ellos, principalmente las rutinas extenuantes y sin pausas activas de esparcimiento. “Ellas promueven emociones negativas que por lo general no gestionamos para que tengan sentido en nuestras vidas”, advierte.
Según el psicólogo, a lo anterior se suma el aumento de los tiempos de traslado del lugar de trabajo o estudio a nuestras casas; los ambientes de trabajo demasiado focalizados en los resultados, perdiendo de vista los procesos; la falta de redes de apoyo para la crianza y cuidado de los hijos; una percepción de un mundo peligroso, donde la interacción respetuosa entre personas no es posible; y el estar centrados en la necesidad de recursos materiales para conseguir mis anhelos, versus estar focalizados en lo que realmente me moviliza para luego conseguir los recursos.
Sin embargo, lo importante es saber que, como casi todo en la vida, es posible aprender a vivir sin estrés o por lo menos a manejarlo. En este contexto, el profesional de la Universidad del Pacífico enumera algunos malos hábitos que nos llevan a vivir estresados:
– Permitir que las circunstancias externas nos predispongan negativamente hacia el trabajo o la vida familiar. Sentirnos víctimas de las circunstancias.
– No tener hábitos de trabajo o planificación.
– Mantener hábitos poco saludables, tanto en lo conductual como en nuestra alimentación.
– Aislarnos de relaciones interpersonales gratificantes.
– Acumular resentimiento o emociones negativas sin darles un sentido.
Además de evitar estas conductas, Felipe Vergara indica que entre las actividades que pueden ayudarnos a eliminar o bajar los niveles de estrés está, en primera instancia, aprender a discernir por sobre los factores estresantes y diferenciar aquellos factores que no se encuentran dentro de nuestro campo de influencia y sobre los cuales no tenemos poder alguno, de aquellos frente a los cuales podemos hacer algo para sentirnos más cómodos.
“Igualmente útil es insertar hábitos saludables a nuestra forma de vida, tales como el deporte, realizar paseos al aire libre, meditar, reflexionar acerca de nuestra vida y nunca olvidar los espacios de esparcimiento con las personas que son significativas para nosotros”, concluye el coordinador académico de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico, Felipe Vergara.