Por: Paulina Lin, académica Escuela Fonoaudiología U. Andrés Bello
“Mi hijo no dice la rr” o “mi hijo reemplaza la l por otras letras” son frases comunes que mencionan los padres de los niños que frecuentemente asisten a las consultas fonoaudiológicas.
En primer lugar, es importante aclarar que cuando un sonido determinado no está dentro del repertorio de habla de una persona, se configura un trastorno en esta área. El habla corresponde a la producción del lenguaje y tiene que ver, entre otras cosas, con la articulación de dichos sonidos.
Habla y lenguaje no son sinónimos. El lenguaje es una función cognitiva comandada por la corteza cerebral y que tiene relación con los conceptos, palabras y oraciones que una persona puede comprender o elaborar para expresarse o pensar, mientras que el habla corresponde a la programación y ejecución del lenguaje realizada por los conocidos como órganos fonoarticuladores entre los que se encuentran labios, lengua y paladar.
A los 6 años debe estar el repertorio fonético completo, es decir, un niño tiene todos los sonidos del español, no obstante, existen edades de adquisición de cada uno de ellos siendo algunos de más rápido aprendizaje que otros. Es así como es normal que un niño o una niña a los 3 años no produzca el fonema /l/ o /r/, por ejemplo, en vez de “luz” diga “duz”, o en vez de “cara” diga “cala”. También es normal, que un niño de 3 años no produzca adecuadamente el fonema /s/, generando un ceseo. En general, los sonidos más difíciles de adquirir son los mencionados anteriormente más el sonido “rr”, por lo que son los de desarrollo y estabilización más tardía. De esta manera, la /s/ y /l/ debe adquirirse a los 4 años, la /r/ a los 5 años y la “rr” entre los 5 años y 6 años.
Si un niño no ha adquirido los sonidos mencionados en las edades señaladas, es posible que se esté en presencia de una dislalia o un trastorno de los sonidos del habla, lo cual debe ser visto por un especialista y, en general, es de buen pronóstico.