Por: Gonzalo Vial, Director ejecutivo Fundación Huella Local
En el marco del Día del Minero, es momento de reconocer a la minería como uno de los pilares fundamentales, sino el más importante, en el que se sustentan los avances sociales y económicos del país. Chile cuenta con una gran cantidad de recursos naturales y minerales. Sin embargo, muchas veces los proyectos mineros, tanto públicos como privados, tienden a restarle importancia a los efectos que podrían provocar dentro de las localidades en donde operan.
Según la encuesta Factores críticos para el desarrollo de la actividad minera en Chile, realizada en 2018 por el Consejo Minero a representantes de la industria, del sector público y ONG´s, el 43% de ellos indicaron que la obtención de la licencia social -es decir la aprobación de la comunidad o del entorno social de un proyecto- es el aspecto más relevante, dentro de los recursos productivos para la minería, por sobre el agua con 25%; la energía con 18,8% y el capital humano calificado con 12,5%.
Por este motivo, queremos aprovechar esta efeméride para invitar al rubro minero a cambiar los paradigmas de intervención en los territorios donde se emplazan sus inversiones. Nuestra labor es aportar en los territorios más vulnerables del país, apoyando la gestión municipal en el desarrollo de proyectos complejos y socialmente relevantes, a través de la articulación del sector público, el sector privado y la comunidad para mejorar la calidad de vida de las comunidades. El objetivo es promover la implementación de una nueva gobernanza para el desarrollo local, labor que hoy desarrollamos con CAP Minería y el municipio de La Higuera y que pretendemos escalar en el resto de país con vocación minera.
Instalar dicha gobernanza, creemos, es la mejor y más sostenible forma de superar los problemas locales en los sectores vulnerables y de hacer partícipe a la comunidades de los beneficios que conllevan las grandes inversiones de los territorios. Hacemos un llamado al sector minero para asumir de manera articulada el desafío de subir al carro del desarrollo a todos los territorios donde se emplazan sus faenas y que hasta hoy han quedado atrás.