Una vez más, por el futuro de éste.
Ante una nueva redistribución de aguas, los representantes de la Junta de Vigilancia de la Primera Sección del río Aconcagua le señalaron al director general de Aguas, Oscar Cristi, que ya es hora de que aborden las causas de la sequía y se tomen medidas sustentables, que apoyen al río completo, sobre todo, a los que han aportado por la seguridad hídrica.
Ante la solicitud de intervención del río Aconcagua que hizo la tercera sección de éste, la DGA propuso firmar un nuevo acuerdo que fija en 36 horas semanales el cierre de las compuertas de la primera y segunda sección, para dejar pasar toda el agua, río abajo. De no aceptarse, lo intervendrían. Para no agravar aún más la sequía que todos sufren, la primera sección, que es la más perjudicada con la medida, firmó este nuevo Protocolo de Redistribución de Aguas 2019-2020.
Este acuerdo fue firmado por todas las partes: primera, segunda, tercera sección del río Aconcagua y DGA, del Ministerio de Obras Públicas, el que se extiende por la temporada, durante los decretos de escasez, hasta abril 2020.
Desde octubre y hasta la fecha, la primera sección, la segunda y Esval venían entregando agua de forma voluntaria, para asegurar el consumo humano de la región de Valparaíso. En ese período, la primera, entregaba dentro de un rango de 24 y 36 horas, según la disponibilidad del caudal y la segunda, con 36 horas fijo. Sin embargo, este acuerdo fue desestimado por la tercera sección, presidida por Walter Riegel, que exigió más agua e intervención.
Ante lo anterior, la primera firmó, una vez más, pero le pidió, enfáticamente, al director general de aguas, Oscar Cristi, considerar los estudios que se han hecho en la DGA (año 2011), que señalan que no se puede seguir aumentando las superficies de riego. Que el problema de la sequía del río Aconcagua, se ha incrementado, producto del aumento explosivo de éstas, sobre cota de canal, estos últimos 15 años, con plantaciones en cerros, lo que está afectando a sus propios pequeños agricultores y a todo el río. Es decir, hubo una sobre explotación, amparada en un sobre otorgamiento de derechos de agua.
A diferencia de lo anterior, la primera sección tiene, significativamente, menos de superficie de riego y se declaró agotada hace 34 años, por lo que le pidieron a la DGA evaluar esta medida, que no es sustentable y afecta, enormemente, a quienes han hecho un uso responsable del agua, y, si insisten en ésta, terminarán secando todo el río Aconcagua.