En una reunión sostenida en la Municipalidad de San Felipe, la Junta de Vigilancia de la Primera Sección del río Aconcagua de Los Andes junto a los alcaldes Patricio Freire, Nelson Venegas de Calle Larga, Raúl Zurita de Santa María, René Mardones de San Esteban, Edgardo González de Llay Llay y el concejal Miguel Henríquez de Los Andes, analizaron la crítica situación en la que está el río y las graves consecuencias de la sobreexplotación de las aguas que hoy no alcanza para abastecer la demanda de este recurso.
Para mañana viernes 4 de octubre, la Junta de Vigilancia debe entregarle al Gobierno un plan de redistribución de las aguas, donde hasta el momento, lo que se ha realizado es cerrar las compuertas de la primera y segunda sección para llegar con 36 horas con todo el caudal del río hasta la tercera. “Nosotros creemos que esto es totalmente injusto, ya que la primera sección también está en sequía tiene menos seguridad de riego que la segunda sección y aportamos más cantidad de agua a la tercera que a la segunda, entonces creemos que debe haber una redistribución de aguas superficiales pero también de las subterráneas. Compensar con el agua de Chacabuquito toda la escasez que hay en el Valle hacia abajo, la verdad que es imposible”, sostuvo Javier Crasemann, presidente de la Primera Sección del Río Aconcagua.
En la reunión además se destacó como aparece en el documento entregado a los asistentes que “el Estado está al debe y atrasado” en diversos puntos como apoyo en los tiempos de crisis, mejora de infraestructura, organización y coordinación de las 42 instituciones que hablan de agua y la regulación de plantaciones agrícolas.
Esta exposición que mostró una más de las crisis de la escasez hídrica, evidenció la falta de agua para la agricultura. Ante esto el alcalde Nelson Venegas de Calle Larga, realizó un llamado a estar atentos al crecimiento de la cesantía ya que a raíz de este bajo flujo de agua y racionamiento, los pequeños y grandes agricultores se verán en la obligación de disminuir sus plantaciones lo que a la larga significa menos trabajo de temporada en una zona que vive de este rubro.
“Este no es un problema mínimo, ni un problema menos, estamos hablando del agua, estamos hablando de la ganadería y la agricultura donde se va a generar un fuerte crecimiento en lo que tiene que ver con el desempleo y la cesantía, 36 horas de racionamiento corresponden a un 22 % menos de agua, menos tierra para producir y menos trabajo para nuestra gente, entonces cuando estamos hablando de esto, hablamos de temas que tienen implicancia en la vida concreta de la gente de la zona de Aconcagua”, expresó Nelson Venegas.
El alcalde de San Felipe, Patricio Freire quién convocó a esta reunión, también puso énfasis en la grave situación que afectará a la agricultura y la cesantía. “Nosotros como alcaldes estamos buscando las mitigaciones que corresponden para los pequeños agricultores de nuestra comuna. Nosotros siempre hemos sido solidarios cuando a nosotros nos sobra agua, pero si hoy en día no tenemos agua para entregar, qué agua podemos ofrecer”.
Para el alcalde de San Esteban René Mardones, el intervenir el Río Aconcagua no es una opción y hace un llamado a la DGA a tomar otro tipo de medidas. “Aquí hay una situación donde se tiene que proporcionalizar los recursos de pozos que tienen en la segunda y tercera sección del río Aconcagua, tiene una cantidad de agua inmensa bajo tierra por tanto no vamos a sacrificar nuestras plantaciones y cultivos”.
En tanto Edgardo González manifestó la poca preocupación por los campesinos del Aconcagua y solicita más obras para la comuna. “Pedimos inversión que asegure el riego de los pequeños y medianos agricultores de la comuna de Lay Llay, revestimiento, micro embalses, inversión, vemos inequidad en la distribución de recursos”.
Esto último, es un tema que mantiene en alerta a los alcaldes del Aconcagua. Ante esto el alcalde Nelson Venegas y Presidente de la Asociación de Municipalidades de la Región de Aconcagua sostuvo que “nosotros no vamos a permitir como alcaldes que la zona de catástrofe que se hizo para solucionar los problemas de Aconcagua, sea para proveer de recursos a zonas que hoy no están siendo afectada por la sequía”.
En la mesa además se hizo un llamado a trabajar unidos y velar por los vecinos y vecinas del Aconcagua que están quedando sin agua para regadío y consumo humano como es el caso de las personas que dependen de los pozos de las APR.