Por: Octavio Arellano Zelaya, concejal. (Primer Parte).
Un día 19 de enero de 1817, se inició desde los Campos de Plumerillo, en las afueras de Mendoza, Argentina, una de las epopeyas militares que permitió derrotar a las tropas coloniales españolas en los campos de Chacabuco y lograr la independencia de Chile y Perú. El Cruce de la cordillera por el Ejército de Los Andes, bajo la conducción de los Generales José de San Martin y Bernardo O´Higgins, movilizó un contingente de 5.000 efectivos militares, el cual es considerado una de las grandes gestas militares de la historia, teniendo en cuenta la logística y capacidad de organización que involucró en su preparación, especialmente porque debió sortear la dificultad que involucraba cruzar por seis lugares distintos la Cordillera de Los Andes. Su prueba de fuego fue el 12 de febrero de 2017, en el lugar donde hoy se levanta el Monumento a la Batalla de Chacabuco construido el año 1967. Esta gesta dio inicio al período conocido como de la Patria Nueva, que finalmente condujo a la firma del Acta de Independencia Nacional el 12 de febrero de 1818.
Para ello, el Ejército de Los Andes debió recorrer más de 500 kilómetros por agrestes senderos del macizo andino, soportando las dificultades climáticas en zonas cuya altitud supera los 3.900 metros, cargando sus equipos y vituallas, enfrentando riesgos y los ataques de los destacamentos de avanzada del ejército español, que estaba al tanto que se preparaba la invasión del territorio chileno.
Esta fuerza expedicionaria se organizó en los Campos de El Plumerillo, en las afueras de la ciudad argentina de Mendoza, conformado principalmente por tropas transandinas y parte del ejército chileno que había emigrado a Mendoza el año 1814, luego de la batalla conocida como Desastre de Rancagua. Además del General O’Higgins, en la gesta también tuvieron una destacada participación el general José Miguel Carrera, el coronel Manuel Rodríguez y muchos patriotas que mostraron su arrojo en la lucha contra el régimen colonial español.
PREPARATIVOS EN MENDOZA
La Batalla Rancagua, ocurrida los días 1 y 2 de octubre de 1814, puso término el período denominado de la Patria Vieja e inicio de la Reconquista, lo que permitió al régimen colonial español recuperar el control del territorio chileno, obligando a las tropas chilenas a emigrar hasta la provincia argentina de Cuyo, éxodo que los llevó a cruzar la cordillera bajo apremiantes condiciones climáticas y el hostigamiento la de las tropas realistas. La organización del Ejército de Los Andes fue liderada por el General José de San Martín, a la época Gobernador de la provincia de Cuyo, por decisión del Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata Gervasio Antonio de Posadas. Una vez declarada la independencia de Argentina el 9 de julio de 1816, es elegido con Director Supremo Juan Martín de Pueyrredó , quien apoyó decididamente al General José de San Martín en la conformación del Ejército de Los Andes.
Ello significó que la ciudad de Mendoza se transformara en un gran cuartel y fábrica militar, participando los vecinos de la provincia de Cuyo, en la elaboración de pólvora y municiones, fundiendo cañones, y en la confección del uniforme del ejército patriota. Se montó una fundición de armas a cargo del religioso franciscano fray Luis Beltrán, un cuerpo de maestranza a cargo de Antonio Álvarez Condarco y servicios sanitarios a cargo del médico Diego Paroissien.
La estrategia previa al cruce consideró un complejo plan para engañar al enemigo, mediante el envío de espías y guerrillas, conocido como guerra de “zapa” o distractivas, las que fueron lideradas por el héroe patrio Manuel Rodríguez, quien difundió el rumor de que el Ejército cruzaría los Andes por un paso más al sur, con el objeto que los realistas dispersaran sus fuerzas.
CONFORMACIÓN DEL EJÉRCITO DE LOS ANDES
A mediados de 1816, San Martín se instaló en el campamento de El Plumerillo, donde constituyó su Cuartel General, el cual era encabezado por el Capitán General José de San Martin secundado como Comandante del Cuartel General por el Brigadier Bernardo O’Higgins, actuando como Secretario de guerra el Teniente coronel José Ignacio Zenteno, como Auditor de guerra el Dr. Bernardo Vera y Pintado y como Capellán general castrense el Dr. José Lorenzo Güiraldes. El Estado Mayor tenía como Jefe al mayor general al Brigadier Miguel Estanislao Soler, por su parte tenía unidades, entre otras, el Batallón N° 8 de Infantería, al mando del teniente coronel Ambrosio Crámer, el Batallón N° 11 de Infantería, al mando del coronel Juan Gregorio de las Heras y al Batallón N° 1 de Cazadores de Los Andes, al mando del teniente coronel Rudecindo Alvarado.
El Ejército de Los Andes estaba compuesto por cerca de 5.000 efectivos y auxiliares, comandadas por 14 jefes y 195 oficiales, 3.000 de ellos infantes divididos en 4 batallones, entre los cuales se consideraban tropas chilenas que habían emigrado unos años antes a la Argentina a causa de la derrota sufrida por las tropas coloniales.