Por: Eugenio Astudillo
Las religiones son doctrinas que se sustentan en creencias y principios éticos y morales en torno a las existencias de divinidades sobrenaturales, de carácter sagrados, que unen a sus seguidores en base a textos y comportamientos, que regulan su relación con la divinidad que adoran y respetan.
En occidente la mayoría de las religiones importantes son teístas, de origen cristiano, en donde la divinidad es Jesús, el hijo de Dios, cuya existencia y mensaje está plasmada en la Biblia, libro considerado sagrado para todas las creencias evangélicas y católicas.
Por muchos años; en Chile, a pesar de no ser un estado religioso, la Iglesia Católica tuvo gran influencia en las normativas ética y morales del país. Sus pastores y clérigos eran los puntos de referencia en los comportamientos sociales y personales de la comunidad. En cada pueblo o nueva comunidad que se creara, unos de sus primeros objetivos era tener una Iglesia o Capilla. El Cura y con mayor razón el Obispo eran la máxima autoridad referente en lo relacionado a la conducta moral y social que la comunidad requería.
Con mucho esfuerzo mi padre me mandó a estudiar aun colegio de congregación mariana, que aún existe en Los Andes, y que me dio una sólida formación valórica basada en el amor y respeto a Dios, al amor y fraternidad con todos los seres humanos, y en la Fe de la Vida Eterna. En esos tiempos, la Iglesia Católica ya era cuestionada como institución, pero no como ahora, sino que por sus excelentes relaciones con las clases acomodadas, y por sus riquezas nacionales y vaticanas. Pero su existencia se sustentaba firmemente, por el prestigio por ser una institución referente de la moralidad, decencia y ejemplo de la sociedad de entonces.
Hoy, cuando la vida me está mostrando el epílogo próximo de mi existencia, cuando ya no profeso religiones; Me declaro Agnóstico porque creo en la existencia de Dios como ser divino, me duele en el alma presenciar el derrumbe de la institución que dio sentido y formación a mi existencia terrenal. No puedo; aun sin tener ninguna fidelidad con el catolicismo, estar contento o indiferente por la situación que agravia a la Iglesia Católica Chilena. Desde cualquier punto de vista la situación interna de esta organización marcará un antes y un después en muchos creyentes del país y el mundo. Esta noticia ha sido comentada a nivel mundial, y por decencia y respeto a lo que fue, no puedo comentar o hacer precisiones del desarrollo de esta decadencia tan brutal que nos está afectando a todos, como chilenos, creamos o no creamos en esta religión.
Para ser justo, aún hoy, esta Iglesia tiene y mantiene buenos y justos pastores. Al igual que otra institución muy querida y respetada por el pueblo, que hoy aun pasa por difíciles momentos por culpa también de sus mandos, esta organización se derrumbó por la indiferencia, incapacidad e incoherencia de su jerarquía, que en muchos casos se envaneció por los privilegios del mando, y dio la espalda a un pueblo creyente que aún no se explica ¡Qué está pasando¡
Aun así, agradezco al catolicismo sus enseñanzas en mi niñez y adolescencia, y a mis padres por creer en esta formación como un buen aporte para mi vida. Hoy, que ya soy adulto mayor, reconozco que esas enseñanzas tempranas, me direccionaron hace años, cuando vi que ya no se hacía lo que me habían enseñado, en declararme definitivamente como agnóstico, que sigo creyendo en el mismo Dios, pero que me comunico con él , lo respeto y le agradezco en forma directa, sin intermediarios Es decir, sin religiones..
Que Dios Ayude a los creyentes de esta Iglesia… Un sentimientos de corazón, en estos malos momentos.