Una publicación resaltó la Cerámica Manque de San Esteban que definió como arte hecho a mano destacándose como uno de los más antiguos de la zona ubicado en calle Roma 1238, figurando Raúl Cortés como uno de los principales del catastro de artesanos elaborado por el gobierno comunal.
Manque en mapudungún significa cóndor y la historia se remonta a 1981 cuando Cortés y otros artesanos emigran de otra empresa de cerámica de Los Andes.
Su principal característica -como muchos talleres de su estilo- es que cada una de las piezas que se confeccionan en este taller son confeccionadas de arcilla. Y para convertirlas, se moldea o se trabaja sobre un torno, luego pasa por un proceso llamado secado, para finalmente pintarlas y llevarlas a un horno a mil grados celsius.
Dentro del bazar del taller es posible encontrar desde juegos de loza hasta pequeños objetos que son solicitados por los turistas como souvenir.
La misma publicación destaca que Raúl Cortés cuenta el valor y la dedicación que le entrega a cada pieza en su confección y cómo influye en los clientes la creación de cada objeto. «Yo le doy la posibilidad a cada persona que viene de hacer su propia pieza, para que ellos sean capaces de palpar y experimentar el arte de trabajar la arcilla».
