Una mujer de iniciales T.N.U. que está cumpliendo una condena de 10 años y un día por el delito de tráfico de drogas con el beneficio de la salida dominical, fue descubierta ingresando marihuana a la cárcel de Los Andes cuando regresaba al penal.
La interna fue condenada el año 2012 por estar vinculada con un hecho por el cual también fue condenado su pareja y un cabo segundo de Gendarmería, y se encontraba en la actualidad con el beneficio de la salida dominical.
Precisamente el pasado domingo cuando regresaba a prisión personal femenino de Gendarmería le efectuó el registro de rutina señalando que no llevaba nada, pero evidenció una situación extraña razón por la cual se dispuso su traslado al Hospital San Juan de Dios.
Durante la revisión corporal, personal médico descubrió que mantenía oculto en su zona genital un envoltorio contenedor de marihuana que arrojó un peso de 20,9 gramos de cannabis.
La mujer fue llevada ayer ante el Juzgado de Garantía donde fue formalizada por este nuevo delito de tráfico de drogas, disponiéndose su ingreso al recinto penitenciario dejando sin efecto el beneficio de la salida dominical.
Por este nuevo hecho el tribunal determinó un plazo de 4 meses para el cierre de la investigación.
El comisario Sergio Alvear. Jefe de la Brigada Antinarcóticos y Crimen Organizado de la PDI de Los Andes, explicó que luego de corroborarse el delito, Gendarmería puso los antecedentes en conocimiento del Ministerio Público que a su vez instruyó que el caso fuera derivado a la Brianco “para iniciar la indagaciones pertinentes del caso”.
Como señalan los protocolos la droga fue remitida al Servicio de Salud Aconcagua para su análisis y posterior destrucción.
“Tiempo atrás la mujer había sido detenida por este misma unidad policial y estaba cumpliendo una condena de 10 años por tráfico de drogas. Ahora aprovechando el beneficio de la salida dominical que se le había otorgado intentó ingresar droga a la cárcel”, dijo.
El oficial señaló que faltan diligencias por realizar, entre ellas la toma de declaración voluntaria de la reclusa. “Nuestra línea investigativa apunta a que no sería la primera vez que intenta ingresar droga al complejo penitenciario aprovechando su beneficio dominical. De haber comercializado la droga en el interior del penal habría alcanzado un alto valor”.
Las diligencias continúan para establecer si el alucinógeno era para el consumo personal, para ser comercializada entre la población penal, o iba destinada a algún recluso en particular.
