El 9 de abril del año 2005 a la edad de 84 años, deja de existir en la ciudad de Los Andes el notable artista ceramista sevillano José Medina Moreno, a quien se recuerda por su valiosa obra que plasmó en distintos puntos de la ciudad, admirable patrimonio que se puede apreciar de una obra singular de este español que echó raíces en Chile.
Había nacido el 11 de agosto de 1921, en Sevilla, y desde muy joven este andaluz que había aprendido la técnica de la cerámica un día decide viajar a América en busca de nuevas experiencias de vida y donde cultivar su pasión el arte, llegando a Los Andes.
De su etapa sevillana existen retablos cerámicos firmados por él en la Fábrica de la Viuda de Luis Gordillo, como el de la Divina Pastora en la Plaza de Las Almonas de Sanlúcar de Barrameda, y otros, como el de la Virgen de la Soledad, de Málaga, en un taller que debió tener en el barrio de Triana, en la calle Antillano Campos 22.
José Medina Moreno llega a Los Andes en julio de 1964, donde el empresario agrícola Carlos Rivacoba Bertelsen había fundado la Cerámica Artística de Los Andes (CALA) y contrata al ceramista sevillano para que desarrollara todo su arte en este naciente taller de cerámica.
Pero no pasaron muchos años en esta actividad como empleado dependiente ya que el espíritu y el temperamento del artista no compatibilizaba con la rutina de CALA, y decide independizarse para dar libertad a su talento.
Es así como inicia su extensa labor en forma independiente desarrollando innumerables obras de cerámica en Los Andes, Santiago, San Felipe y otros lugares de Chile.
Su pintura en cerámica, principalmente, se centra en obras de tipo religioso. Y es así que en nuestra ciudad se encuentra la mayoría de sus trabajos, en la Iglesia de la Congregación de Los Padres Pasionistas, en la Parroquia Santa Rosa donde plasmó al Ejército libertador de los Andes en la base de su torre y que día a día miles de transeúntes pueden admirar, como también en el Cementerio Parroquial, en el Instituto Chacabuco de los Hermanos Maristas, y principalmente donde se puede encontrar toda la esencia de su arte es en el Centro Español de Los Andes, lugar en que pudo volcar todo su amor a su querida Sevilla.
En abril se van a cumplir 16 años de su partida, pero su presencia aún sigue vigente con el vivo espíritu de este sevillano que dejó una obra tan singular que se ha convertido en un eslabón más del patrimonio artístico de Los Andes.
José Medina Moreno vivió en calle República Argenina del Barrio Centenario y le sobrevive su esposa Elba Torrealba.
(Funte: AIECH, fotografías de Claudio Ramírez de Arellano y El Andino)