Manuel Toledo Astorga fue un caracterizado vecino de la Población José Joaquín Aguirre, funcionario de Correos y Telégrafos, que tras jubilar se involucró en algunas instituciones donde puso la reflexión y acertados consejos en distintas materias, las que pudo exponer a través de las páginas de El Andino con esperadas columnas como «La Ciudad al Trasluz», «Don Tolo» y Tablonacho».
Que mejor para recordarlo que sus propias rimas que estampara en un libro que escribió en 1992 acerca de su biografía:
Nacido en esta ciudad,
hijo de padres chilenos
dos seres sanos y buenos
procrearon calidad
perdónenme la «humildad»
en definir soy sereno
y si me tengo por bueno
solo digo la verdad!
fui querendón de mis padres
buen hijo, alegre, estudioso
fui novio fiel, cariñoso
¿como esposo?… incomparable!
también he sido buen padre
correcto jefe de hogar
¿qué más les puedo expresar?
si hasta me creo… adorable!
durante treinta y ocho años
fui funcionario de Correos
y confieso sin rodeos
aunque les parezca extraño,
fueron los mejores años
que vivió Manuel Toledo.
Allí aprendí valorar
las importantes funciones
que las comunicaciones
brindan a la humanidad,
ahora ya viejo y lerdo
¿para colmo, jubilado!
sin reajustes ni agregados
con un misérrimo sueldo
me queda como recuerdo
para sepultar mi inquina
el soláz que me depara
el hilvanar estas rimas.
Nací un 14 de septiembre
de mil nueve veintitrés,
y aquí donde Ud. me ve
con sesenta y seis cumplidos
llevo en mi pecho metido
con cariño y devoción
muy junto a mi corazón
a mi Los Andes querido.