Por: Marisol Said Handal
Directora Ejecutiva de CENPAR
(Centro de Parkinson)
Nos encontramos en una fase crucial para nuestro sistema sanitario a raíz del covid-19, no sólo en lo humano, médico y técnico; también en un difícil escenario de salud para quienes están contagiados, los pacientes que hoy se encuentran hospitalizados y aquellos que además requieren soporte de ventilación mecánica, cuyo número sigue siendo alto.
El manejo actual de la pandemia es de suma relevancia, pero también resulta indispensable comenzar a ocuparnos de la recuperación de estos pacientes post covid-19, porque la recuperación total no termina al vencer el virus: en muchos casos, luego viene el camino de la rehabilitación. La evidencia muestra que en pacientes que, por ejemplo, necesitaron un tratamiento de intubación y de una larga hospitalización, se presentan secuelas en la deglución, grados de dificultad para toser, controlar la saliva y eliminar las secreciones, además de la pérdida de masa muscular, entre otras.
Estas secuelas requieren un urgente tratamiento que evite problemas posteriores mayores, como neumonías aspirativas, disfagia o postración. La única manera es abordarlo con un plan de trabajo enfocado a rehabilitar a los pacientes, su funcionalidad, y, por ende, su calidad de vida. Hacerlo de manera integral, a través del trabajo de kinesiólogos, fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales, psicólogos y nutricionistas, es prioritario para no invisibilizar esta necesidad.
Nuestra experiencia en la rehabilitación de pacientes con Parkinson nos motiva ya a idear un programa para pacientes post covid-19, en aras a recuperar la salud de los chilenos. Por lo mismo, ponemos nuestra experiencia a disposición de instancias colaborativas, convencidos que juntos lograremos superar este desafío.